ilustracion de mujeres besándose
Hablemos de Sexo y Amor

‘Soy lesbiana y no lo puedo decir’

Conoce la experiencia de una marroquí que -por motivos de seguridad- se hace llamar Inas.

Ser lesbiana en un país que no reconoce legalmente la homosexualidad no es fácil.

En Marruecos, la actividad sexual entre personas del mismo sexo es ilegal.

Inas me contaba en entrevista que nació en un pueblo pequeño de aquel país, donde todo mundo es machista, ‘incluso las mujeres son machistas’, decía.

Su infancia la compartió en familia

Creció con cuatro hermanos, quienes disfrutaban de ejercer su poder de ‘machos’ en la casa. Así, rodeada de hombres, se volvió muy aislada y solía quedarse en casa leyendo, escuchando radio o música.

Lo que escuchaba sobre la homosexualidad de pequeña era lo que su familia decía: ‘Siempre que hablaban sobre una persona gay, se referían a ésta como si tuviera una enfermedad o fuera una persona pervertida’.

Ya de adolescente, Inas sabía que le gustaban las otras niñas, pero se mantuvo en silencio, hasta que creció y conoció a otra mujer como ella. ‘En la universidad, conocí a otra chica que claramente era lesbiana. Me volví su amiga y un día empecé a platicar del tema. Por su reacción, confirmé que era gay y por fin le confesé que yo también lo era’.

Búsqueda virtual

Para Inas ha sido muy difícil en su vida cotidiana conocer a otras personas gays, pero gracias al Internet ha podido conectarse con ellas.

Creó un perfil falso en Facebook donde es amiga de cientos de personas LGBT que viven en Marruecos. Todos usan perfiles falsos para proteger su identidad y evitar que alguien los descubra.

Cuando le pregunté si su familia sabía que ella es gay, me dijo que en el pasado la descubrieron, pero que ella se defendió diciendo que era un malentendido: ‘Mi hermano me vio teniendo un momento íntimo con una ex-novia.  Se lo contó a la familia y como consecuencia no podíamos vernos más. A mí no me permitían salir. Mis hermanos me seguían a donde quiera que fuera.

Me decían que si me veían con ella, la iban a golpear’.

La presión que la familia de Inas ha puesto sobre sus hombros para casarse se ha incrementado a lo largo de los años.

A la fecha, ha usado diferentes excusas para evitar las preguntas sobre matrimonio, pero ella sabe que eventualmente tendrá que huir de su casa y mudarse a otra ciudad.

La otra posibilidad sería fingir un matrimonio con un amigo gay, pero piensa que eso no sería justo para la verdadera pareja que le gustaría tener.

Limitada por creencias

Inas cree que la principal dificultad a la que se enfrenta la gente gay de Marruecos proviene de la religión, ya que todos piensan que la homosexualidad es un pecado.

En Marruecos, me cuenta, no ha habido una sola persona que haya salido del clóset públicamente y que viva dentro del país. Los que lo han hecho viven en Europa.

La violencia homofóbica usualmente se manifiesta en forma de arrestos y chantajes. Inas me dijo que dos policías encontraron a un amigo suyo en un coche con otro hombre y, para no arrestarlos, los obligaron ir al banco a retirar dinero.

Además de la violencia ejercida por los policías, Inas denuncia que el gobierno de su país tiene agentes secretos que adquieren información violando la privacidad de las personas LGBT.

Le pregunté por qué creía esto, y me dijo que en diferentes ocasiones, mientras platica por teléfono, escucha una voz o un aliento de alguien más que puede estar interviniendo la llamada.

Campañas solo de forma anónima

Al vivir en un contexto tan difícil, Inas no ha podido empezar una campaña visible de derechos LGBT.

A la fecha, ha logrado apoyar a otras personas gays de Marruecos a través de Facebook, y ha estado involucrada en diferentes conferencias y organizaciones sobre feminismo y derechos reproductivos.

También tiene planes de hacer activismo de una manera más ‘indirecta’, como escribiendo para una revista o un blog con una identidad diferente.

Mencionó que una antigua novia suya empezó una pequeña organización gay cuyos integrantes suelen reunirse a puerta cerrada, pero que cuando pueden se manifiestan públicamente de forma sutil, como cuando ondearon una bandera gay mientras Ricky Martin cantaba en un festival de música en Marruecos. ‘El cantante les agradeció por la bella bandera’.

A salir del clóset en otro lugar

Inas no ve un futuro como lesbiana en su país: ‘Quisiera poder salir de Marruecos y pedir asilo político pues temo que alguien me secuestre o castigue’.

Al igual que Inas, existen muchas personas en Marruecos que, aunque no han podido empezar acciones visibles de activismo LGBT, han optado por ser honestas consigo mismas. Este es un primer y muy revolucionario paso para lograr un cambio de su realidad.

¿Qué harías si estuvieras en la situación de Inas? Escríbenos en los comentarios. Si tienes alguna pregunta, un especialista te responde en la Parada del Placer ???

https://hablemosdesexo.com/consigue-ayuda

¿Aprendiste algo nuevo?

Tell us what you think

Recent Comments (1)

HABLEMOS DE SEXO Y AMOR

Información libre, clara y sin rodeos sobre amor, sexo y relaciones