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¿Cómo experimentar nuevas posiciones en la intimidad?

By David Joshua Jennings on 29 agosto, 201417 febrero, 2022

Intentar nuevas posiciones seguramente le dará chispa a tu vida íntima. Pero no sólo se trata de hacer contorsiones y estimular a tu pareja desde otros ángulos.

• Asegúrate de que tú y tu pareja estén en el mismo canal

  Nunca es buena idea lanzarse a experimentar sexualmente sin antes asegurarte de que tu pareja busca lo mismo. Aunque tu pareja tal vez no rechace tu propuesta de intentar nuevas posiciones, siempre es buena idea decirle cuáles son tus intenciones, tal vez decir algo como, “he estado leyendo sobre posiciones sexuales diferentes, ¿te gustaría intentar alguna?” Esto abre el camino para experimentar y es esencial si vas a intentar posiciones especialmente acrobáticas, pues necesitarán trabajarlo juntos, tal vez ver algunos diagramas con antelación para conseguirlo.

• Empiecen poco a poco

  Una vez que decidieron condimentar su vida sexual con nuevas posiciones, es bueno empezar con las más fáciles, antes de probar su flexibilidad y resistencia. Una búsqueda rápida en Google te mostrará más de 100 posiciones de las que tal vez ni hayas oído hablar, pero no todas son adecuadas para ti y tu pareja. Escoge algunas fáciles para experimentar y probarlas. Si no les gustan, vuelvan a las posiciones más conocidas e intenten con otras diferentes la próxima vez. La idea es no desgastarse intentando muchas de una sola vez.

• Tengan en mente las diferencias físicas

  Aunque la mayoría de las posiciones sexuales pueden ser ejecutadas por la mayoría, hay algunas que requieren de una flexibilidad considerable, fuerza o la misma altura. Por ejemplo, hacer el amor de pie, será muy difícil si alguno es demasiado alto, o tal vez ella no pueda rodear con las piernas a su pareja si ésta es muy pesada o él no es muy fuerte para aguantar a su contraparte. Las diferencias físicas deben ser tomadas en cuenta al escoger una posición para experimentar, pues algunas podrían ocasionarnos algún daño o al menos avergonzarnos.

• Documéntense acerca de las diferentes posiciones

  ¿Has oído hablar de la carretilla voladora o de la cruz noruega? ¿O tal vez de la ranita o el pájaro prisionero? No son pocos los libros y revistas que dan consejos con ilustraciones de diferentes posiciones para probar. De hecho una búsqueda rápida en Google te dará suficientes resultados como para mantenerte ocupado por años. Busca un poco y encuentra lo que parezca lo adecuado para ti y tu pareja.

• Intenta aquellas con las que ambos disfruten

  Algunas posiciones consienten más al hombre, y otras más a la mujer. Otras le dan el control a la mujer o, por el contrario, más al hombre. Algunas le dejan a uno una mano libre para poder dar estimulación manual a la otra persona. Existen posiciones que simplemente pueden ser más placenteras para uno, pero no para el otro.
  Comuníquense. Ya que están experimentando, comuníquense para encontrar lo que más le gusta a la pareja y traten de encontrar una posición que les dé placer a ambos, o hagan turnos en las posiciones para enfocarse en uno o en otro.

• Tener miedo a experimentar

  No teman experimentar algo nuevo – después de todo, su posición favorita podría estar ahí esperándolos -. Si una posición les llama la atención, y si consideran que tienen el físico adecuado para ella, ¡inténtenla! El descubrir nuevas sensaciones en el sexo es parte de la diversión. Y no duden en ir más allá y leer acerca de lo que hicieron e incluso, ¡inventar sus nuevas posiciones!

• Cambiar muy pronto de una a otra posición

  Experimentar con posiciones sexuales es excitante. Los nuevos niveles de interacción y de sensaciones pueden ser embriagadoras, pero no se debe ir demasiado aprisa e intentar cada nueva posición tan pronto como puedan. Dense un tiempito para absorber por completo las sensaciones y las posibilidades de cada posición antes de cambiar a otra. Sobre todo, ¡hablen con su pareja! No es una carrera, es hacer el amor. La idea no es probar tantas posiciones como puedan de un jalón, sino crear una experiencia sensacional para todos los involucrados.

• Sentirse obligados a que les guste o repetir ciertas posiciones

  No todas las posiciones son para todos. Algunas pueden ser muy cansadas o incómodas para alguno, mientras que otras pueden ser maravillosas para uno pero no para la pareja. Sólo porque una posición suene divertida, no significa que te tenga que gustar o que la tengas que intentar, si te incomoda. Resumiendo, encontrar lo que es bueno para ti y para tu pareja es un proceso de experimentación y de comunicación.

¿Cuál es tu posición favorita? ¿Y cuál te gustaría probar la próxima vez? Comparte tus ideas en los comentarios.