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“La primera vez”

La pérdida de la virginidad es un momento muy especial para cualquier persona en cualquier parte del mundo. Esa era la idea inicial de Kate Monro cuando comenzó con su Proyecto de la Virginidad, hace cinco años.

Desde entonces ha estado entrevistando a hombres y mujeres, de todas las edades y preferencias sexuales o religiosas, acerca de la primera vez que tuvieron una experiencia sexual.

Kate ha recogido historias que abarcan un período de 60 años y provienen de todas partes del mundo y publicó la colección en su blog.

-¿Qué fue lo que te impulsó a comenzar a recoger historias sobre la pérdida de la virginidad?

-Me atraía la idea de la “universalidad” del concepto. Casi todas las personas que uno conoce tienen una historia para contar, independientemente de su edad, origen u ocupación laboral. También me seducía la idea de descubrir la manera en que las historias de cada uno reflejaban el tiempo o el trasfondo en que vivían.

-¿Hay reparos para hablar sobre el tema?

-No. Al contrario, no había manera de hacerlos callar, algo que yo tampoco deseaba por supuesto. La gente aprovechó la oportunidad para contar sus experiencias y no sólo sobre la pérdida de la virginidad sino sobre toda su vida sexual.

-¿Puedes clasificar las historias contadas en algún tipo de categorías?

-Una académica, Laura M. Carpenter, hace una división en tres grupos:
· Los ‘estigmatizados’ – aquellos que se sienten avergonzados por ser vírgenes y quieren dejar de ser a la primera ocasión.
· Los ‘donantes’ – aquellos que consideraban su virginidad como un regalo que podían entregar a alguien muy especial, en una especie de transacción única.
· Los ‘pragmáticos’ – los que saben que no será el momento cumbre de su sexualidad o de sus vidas, pero intentan conseguir una pareja apropiada y aceptar que mejorará en los intentos posteriores.
En términos generales, creo que la mayoría de las personas se pueden agrupar en alguna de estas tres categorías.

-¿Qué diferencias se observan entre los sexos a la hora de hablar sobre la pérdida de la virginidad?

-Los hombres se expresan con mayor soltura, a nivel emocional, de lo que se podría esperar. De hecho descubrí que tenían una gran inclinación por hablar de sus experiencias. No creo que los hombres encuentren muchas oportunidades para conversar sobre sus emociones – ¡por eso conmigo se explayaron a sus anchas!

-¿Hay una gran diferencia entre las historias de las personas de mayor edad y las más jóvenes?

Los jóvenes tienen expectativas más altas sobre su primera experiencia sexual. Somos las generaciones post-píldora anticonceptiva y eso es muy importante porque los anticonceptivos procuraron una separación entre el sexo y el matrimonio. Para nosotros, los jóvenes, el sexo es recreativo y por lo tanto esperamos que sea estupendo y nos decepcionamos cuando no lo es.
Para la generación de mi madre, el sexo era esa cosa secreta de la que no se hablaba. Y menos aún se lo encontraba profusamente en los medios, como en la actualidad. Además, la posibilidad de quedar embarazada era una preocupación porque los anticonceptivos no estaban al alcance de la mano para todo el mundo, ni eran moralmente aceptables para la mayoría.
Las muchachas buenas no tenían relaciones sexuales antes de haber dado el “sí”. Las consecuencias para las mujeres eran realmente dramáticas, de una manera que ya no ocurre con las jóvenes de hoy en día, al menos en el mundo occidental.

-¿Cuál es la historia más triste que te hayan contado?

Una que permanece en mi memoria era la de una religiosa que había sido violada en los años sesenta, por el que entonces era su compañero. No solo experimentó el terror de una experiencia semejante sino que, además, se sintió despreciable ante los ojos de Dios. Siempre sintió que ella tenía la culpa por esa experiencia.

-¿Y cuál es la historia más cómica?

Un hombre contó una historia en mi blog, recientemente, sobre el momento en que estaba a punto de perder la virginidad, cuando se resbaló del sofá de cuero en el que estaban acostados, se golpeó la frente en la mesilla de vidrio y se desmayó. Poco después lo llevaron al hospital de modo que, para él, la experiencia no fue muy cómica pero a nosotros nos hizo mucha gracia.

-¿Cuál es tu historia favorita?

-Me encanta la última historia que aparece en mi libro, relatada desde el punto de vista de ambos protagonistas. Se conocieron a fines de los cincuenta, cuando eran adolescentes, y perdieron juntos la virginidad. Se querían muchísimo pero, cuando la familia del muchacho se mudó de la ciudad, perdieron el contacto. Muchos años después se reencontraron y se casaron. Esa es una historia que yo llamo “con final feliz”.

El libro de Kate Monro The First Time: True Tales of Virginity Lost & Found (Including My Own) (La primera vez: historias verídicas de la pérdida de la virginidad, incluida la mía) ya está publicado.

Foto: Kate Monro (Ophelia Wynne)

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