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Contra el manoseo en Latinoamérica
“No queremos este apoyo” referido al cuerpo del hombre apoyándose en el cuerpo de la mujer de forma indebida.
“No queremos esa mano” refiriéndose al manoseo de nalgas y partes íntimas. “No queremos esas palabras” en referencia a los piropos subidos de tono que muchos hombres profesan hacia las mujeres en espacios públicos. Son eslóganes de una campaña de carteles llevada a cabo por mujeres contra el manoseo en los buses de Bogotá.
“En las horas punta, cuando los buses están recargados, los pasajeros hombres aprovechan la situación para manosear a las mujeres, para restregarse con ellas. Es algo que inhibe, ofende y limita” sostiene Marisol Dalmazo de la Red Mujer y Hábitat de Colombia.
Vieja costumbre
La defensora de los derechos de las mujeres lleva adelante una campaña ambiciosa en su ciudad Bogotá: eliminar una mala costumbre que tiene su origen en una cultura machista, que mira a las mujeres de manera sexista y la violenta por el hecho de ser mujer.
“Esto ha ocurrido siempre, no solamente en América Latina. Lo importante ahora es que este fenómeno se visibiliza y cada vez se toma más conciencia de que se trata de prácticas de violencia sexual que no deben ser aceptadas”.
Dalmazo dirige desde 2007 un programa impulsado por la Red Mujer y Hábitat de América Latina, con el apoyo de ONU mujer y AECID la cooperación española. A través de diversas acciones ella intenta cambiar su entorno. Además de trabajar fortaleciendo organizaciones de mujeres en los barrios y participar en búsqueda de políticas públicas para brindar seguridad a las mujeres, ella impulsa una campaña con paneles y anuncios gráficos en las propias líneas de bus.
La Campaña en Transmilenio
“En cada portal de la estación y en cada paradero colocamos afiches. Los operarios que nos ayudan incluso se colocan incluso camisetas con mensajes en contra la violencia”. De vez en cuando Marisol y su agrupación incluyen también socio dramas. En determinados horarios mujeres disfrazadas de hombres y representan las escenas de manoseo y después les preguntaban a los usuarios del transporte qué les parece esas actitudes. “Las reacciones son generalmente positivas, los usuarios cada vez más apoyan la idea de que hay que denunciar, que hay que rechazar este tipo de comportamiento”.
Pero desde que se inició la campaña hace casi 4 años Dalmazo no puede asegurar que haya habido cambios. “No sabemos si ha habido transformación o no. Lo que sí podemos decir es que es una campaña que llega a una población muy amplia que es la que usa el transporte todo el día”.
Consejos prácticos
“Visibilizar, denunciar y llamar la atención de lo que está pasando, es el mejor consejo. Y sobre todo no quedarse calladas” dice una convencida Dalmazo, quien no está a favor de recomendaciones que afecten la libertad de las mujeres. “Estamos en contra de recomendaciones tipo ‘no se pongan escote, no usen minifaldas’. Nosotros planteamos que las mujeres pueden andar vestidas como quieran y no tienen por qué ser agredidas por eso”.
Manoseo
En mi país esa mala costumbre es muy usual en esos incómodos buses o medios de transportes públicos, allá se le llama jamoneo o jamonero, recabuchador, panadero entre otros epítetos. Es una malísima costumbre que esta presente por desgracia en nuestros países latinos donde las leyes al respecto son demasiadas benévolas al respecto y donde la educación cívica en la sociedad que se vive deja mucho que desear. La mujer, comparto la idea ,debe vestirse a gusto y como ella decida cuando ella quiera y nadie tiene derecho a molestarla por esto. Saludos.