Relaciones tóxicas violencia relaciones de pareja
© Hablemos de Sexo y Amor 2020

¿Cómo detectar que tienes una relación tóxica y violenta?

A veces no es sencillo detectar la violencia en las relaciones de pareja y las formas de maltrato pueden ser muy sutiles y tóxicas al mismo tiempo. Nuestra querida Michela Guarente te dice cómo detectarlas y enfrentarlas.

“Si el amor aprieta, no es tu talla”… me topé con esta frase hace unos días y pensé que sería ideal para comenzar a hablar de estas relaciones que al principio son soñadas, románticas y hasta ideales  pero cuando avanza el tiempo te das cuenta que esa persona que fue tan especial, ahora puede hacerte más daño de lo que piensas.

Existen maneras muy sutiles para detectar la violencia en el noviazgo. Por estadística, las chicas ganamos como víctimas, pero los hombres no escapan a ser violentados. Solo que no lo reconocen públicamente por vergüenza y porque se convierten en objeto de burla.

Pero… ¿cómo saber si estás siendo víctima de violencia?

Contrariamente a lo que aún muchos piensan, la violencia no solo se manifiesta de forma física, también puede ser psicológica, patrimonial, sexual. Aquí te doy algunas pistas para identificar si de una forma o de otra, estás viviendo violencia:

Tu pareja te llama constante y repetidamente con el pretexto de que te extraña o quiere saber cómo estás, te pide fotos para saber si efectivamente estás con l@s amig@s con quien dices estar, te “sugiere” qué ropa ponerte, si maquillarte o no, el largo de tu cabello, habla sobre tu peso ideal, revisa tu celular, tiene clave de tu correo, facebook, twitter, instagram o cualquier otra red social. Pónte los lentes y detecta a tiempo esta situación de control. No es que se preocupe por ti, es que una persona violenta necesita controlarte.

Otros indicadores de violencia es el modo en que se dirige a ti. ¿Cómo es su vocabulario?. Suele hacerlo con apodos que te desagraden o peor aun que te descalifiquen frente a tus familiares o amig@s,  ¿pone en evidencia tus defectos en público? ¿Te prohíbe reunirte o mantener contacto real o virtual con tus familiares, amig@s o expareja?, ¿te cela o insinúa que estás con otra persona?, ¿aplica la ley del hielo, se aparece en tu lugar de estudio o trabajo sin avisar?

Pregúntate si estás estresad@ o te da miedo por querer hacer algo que sabes que le molestará por temor a represalias o porque puede lastimarte físicamente.

En la intimidad…

Te obliga a practicar alguna posición sexual o te menciona que al no hacerlo podría abandonarte por otra persona que si estaría dispuesta a hacerlo.

Te obliga a ver pornografía o material sexualmente explícito

A pesar de tu negativa, continúa realizando alguna práctica sexual

Cedes a sus deseos o a frecuencia sexual por temor a que se moleste

Impide el uso de métodos anticonceptivos o se apoya de excusas para evitarlos (p.e: el condón aprieta, usar pastillas harán ganar peso…)

La violencia se mete en tu vida y no te das cuenta, pasa desapercibida

¿Por qué las personas se mantienen en una relación de violencia?

Una de las respuestas más rápidas y desacertadas de la gente es pensar que las personas que continúan su relación con la persona violenta es porque son masoquistas, la realidad es que cuando se vive de esta forma, la autoestima se ve severamente afectada y cambia el concepto de si mismo, menoscabando habilidades para solucionar dificultades y para vivir en calma. Además, existe siempre una esperanza que esa persona (violenta) va a cambiar y que lo ocurrido no volverá a pasar.

Mitos más comunes de la violencia

  1. Si la relación termina, finaliza la situación de violencia.
  2. El consumo de alcohol o de otras sustancias, son causantes de la violencia.
  3. Los hombres son violentos por naturaleza
  4. Si una persona ama y hace todo lo que su pareja le pide, seguro ést@ cambiará su comportamiento
  5. Este tipo de situaciones solo ocurre en personas con bajo nivel económico o cultural

¿Qué hacer si se vive en una situación de violencia?

Lo primero, es reconocer que se vive en una situación de este tipo. Dejar de lado las justificaciones y buscar ayuda profesional: terapéutica y legal.

Las situaciones violentas siempre van en escalada, si tuviste un episodio de violencia física muy triste, es importante actuar a tiempo pues, sin ánimos de ser fatalista, la próxima vez puedes NO contarlo.

Existen muchos profesionales con habilidades para ayudarte sin juzgar tu situación, de seguro será de mucha utilidad poder drenar de forma sana tus angustias.

¿Te has logrado identificar con algunas de las situaciones que planteo? o ¿has podido identificarla en parejas que conoces? Comparte tu comentario acá abajo o en Facebook

¿Aprendiste algo nuevo?

Tell us what you think

Recent Comments (1)

  1. Hola, soy una chica de 23
    Hola, soy una chica de 23 años y quisiera contar una anecdota para ver que me puede aconsejar.

    Hace 3 años aproximadamente tuve un novio bisexual. En un principio era todo amor conmigo, pero poco a poco se volvió manipulador, tanto que me amenazaba con terminar si no le complacía con ciertas peticiones sexuales, más que todo sexo oral y anal. Yo por miedo a que él me dejara tuve que apartar mi dignidad y lo que me molestaba (incluyendo el dolor fisico y emocional, pasando a ser casi que “muñeca sexual”) para complacerlo, para despues terminar conmigo e irse con un chico.

    Era tanto el abuso que me causó, que no me apetecía estar con nadie, ni siquiera para tener sexo o experimentar cosas nuevas. Poco a poco me recuperé por mis medios, olvidadome de eso por completo, como si nunca hubiera pasado.

    Hasta que hace un año me volví novia de otro chico (heterosexual), ambos nos amamos muchisimo, y el le gusta experimentar al igual que yo, me pidió para experimentar el sexo anal y acepté. Al llegar en el momento del acto, que ibamos a practicar el sexo anal, empecé a llorar y sentí que me dolía otra vez el ser penetrada por ahí, practicamente me dio un ataque de panico porque sentía que iba a ser abusada otra vez.

    Quisiera experimentar con mi novio sin tener ningún incoveniente como esto, a mi novio le conté sobre esto que me sucedió pero aún así quiere intentar hacerlo porque se siente como que “si el pudo hacerlo, porque yo no”. No sé que hacer sobre esto, no quisiera sentirme otra vez como una “muñeca sexual”, quisiera algún consejo o recomendación.

    RESPUESTA: Cuando una pareja te manipula, presiona o amenaza para que hagas lo que te pide, no se trata de amor, se trata de violencia. Es muy fácil confundir, pues la persona que es violenta al principio es amorosa y cariñosa, pero luego, ejerce control sobre el/la otro/a, de manera sutil (en algunos casos) y en otros puede comportarse abiertamente, muy vil. Tiene especial habilidad para debilitar la autoestima y hacer sentir culpa a la otra persona, destruyendo su propio autoconcepto y provocando que esa persona no se sienta bien consigo misma .
    La violencia puede manifestarse de muchas maneras, esto incluye obligarte a realizar prácticas sexuales que poco o nada te gustan, ser insensible a tu dolor físico y también incluye las amenazas con dejar la relación si no cumples sus deseos, (entre muchas otras conductas). Todo lo anterior, coincide con lo que cuentas. Y esto nada tiene que ver con la orientación sexual, la violencia no mira eso.
    Cuando la violencia sexual ocurre de manera reiterada y no hay intervención terapéutica, si la situación que genera dolor (emocional y físico), aparece de nuevo, puede convertirse en un estímulo negativo y destapar la situación traumática, por lo que la sugerencia, es buscar ayuda. Pareciera que es lo que te ocurre en éste momento con tu actual pareja. Entendemos que tus propios medios te han funcionado hasta ahora, pero muy probablemente necesites del apoyo profesional.
    Por otro lado, con respecto a lo que te ocurre en este momento, pon especial atención, cuando tu pareja obvia tu pasado sexual, pues la otra persona con quien tuviste sexo anal, fue por la vía violenta y pareciera que tu pareja actual no lo está dando la importancia que se merece al decir “ si el pudo hacerlo, ¿por qué yo no?”. Es otra forma de presión y violencia, que se enmascara de manera sutil. Tienes derecho a decidir sobre tu cuerpo. Si no estás de acuerdo con algo que te proponga, no tienes por qué hacerlo por mucho que lo ames.
    Ahora, si ha ocurrido algún error en la comunicación y ambos luego de conversar, acuerdan practicar sexo anal, toma en cuenta que para ello deben ocurrir aproximaciones sucesivas, es decir: poquito a poco. La confianza y el afecto entre ustedes, podría colaborar para que este tipo de prácticas sea más fluida y la comunicación más abierta.

    Si comienzan de nuevo, eviten ir directo a la penetración, sino avanzar progresivamente a partir del uso de dilatadores anales (productos exclusivos de sex shops). Si usas los dedos, penetrar con un dedo y cuidando que la penetración no sea profunda ni intensa.. así hasta avanzar. Todo lo anterior apoyado de preservativo y lubricantes especialmente para esta zona. Lo descrito es el paso a paso para desensibilizar el dolor y progresivamente, con el tiempo y la experiencia, podrías sentir placer en esta zona. Si no te sientes a gusto, estás en tu derecho a detenerte.
    Recuerda que si hay penetraciones intensas, pueden ocurrir micro laceraciones en esta zona, dejándola vulnerable a infecciones de transmisión sexual. Recuerda también que si se realizó penetración en ano, no es recomendable la penetración a vagina, pues potencian el riesgo a mas infecciones.
    Tienes derecho a una vida libre de violencia y libre de temores. Derecho a decidir sobre tu cuerpo sin presiones. Reconocer que algo no anda bien, es el primer paso para el cambio. Con ayuda de información sobre temas sexuales y con el apoyo terapéutico puedes seguir adelante con tu relación de manera sana y feliz. .

HABLEMOS DE SEXO Y AMOR

Información libre, clara y sin rodeos sobre amor, sexo y relaciones