¿Tu autoestima, dignidad y amor propio son víctimas del micromachismo?
Las señales –por decirlo de alguna manera– que prueban que tu pareja es machista o misógino, pueden ser sutiles y confusas.
Fuente | Olympia Villagrán Escrito por para la plataforma Cultura Colectiva. Para conocer más de su trabajo, visita sus canales página oficial y Facebook.
Tú sabes diferenciar entre una recomendación y una orden, tu pareja no hace eso porque te ama y tu relación está basada en la igualdad, ¿verdad? Si estás segur@ de ello lee la lista siguiente y compruébalo.
Tu pareja te dice que no te pongas un vestido tan ‘provocador, corto, escotado o entallado.
Por supuesto que te lo pide de la mejor manera, casi con un tono de niño mimado y hasta se ofrece a buscarte algo más en el clóset.
Él hace comentarios sobre tu forma de ser e insinúa –entre risas y abrazos–
Que le gustaría que fueras distinta: más femenina, menos fiestera, más atrevida en la cama o menos sociable. Siempre aclara que le encantas, pero agrega que si modificaras esas pequeñas cosas, le gustarías aún más.
Tu novio comenzó dándote consejos sobre qué gimnasios podrías visitar cerca de tu casa, qué tipo de platillos deberías comer durante el día o cómo deberías cambiar tu estilo de vida
Después te confesó que deberías cuidar más de tu figura o aspecto físico excusándose con que él no te conoció así, que antes eras una mujer más activa o con que el amor se basa en la atracción que por tu culpa se está perdiendo.
Todas las veces que una pareja compara lo que haces o quién eres, con alguien más, está violentando tu autoestima.
Motivarte es positivo, pero asegurar que deberías conseguir otro trabajo, estudiar algo distinto o cambiar tu look para parecerte a equis mujer es una clara señal de micromachismo.
De forma romántica la otra persona te pide que le digas cuánto te gusta y por qué, pero él nunca lo hace.
De hecho, aunque se lo preguntes jamás acepta que le gustas, ni habla sobre lo que le parece interesante en ti; la forma en que ambos demuestran cuánto se quieren, gustan o importan no es equitativa.
Sin discutir ni levantar la voz tu pareja te repite lo afortunada que eres de tener a alguien
Como él a tu lado y encuentra aquella debilidad, o menciona uno de tus ‘defectos’, para darte alguna razón por la que a nadie más le gustaría a estar contigo.
Él bromea sobre todas las cosas que ‘no sabes hacer’.
Por ejemplo, cuando plantea un futuro contigo lo hace a partir de la teoría de que ‘su mujer’ nunca aprenderá a cocinar, planchar, manejar estándar, etcétera. Hacer cosas que no te interesa,por ahora, él asegura que jamás serás capaz de lograrlas.
Cuando hablan de formalizar su relación o pasar a otro nivel (vivir juntos o casarse).
Siempre te recuerda que eres la mujer que se quedará a su lado para verlo crecer profesionalmente mientras tú te encargas de las ‘cosas de la casa’, la crianza de sus hij@s o la administración de sus finanzas.
Si asisten a una reunión familiar o a alguna fiesta de su trabajo, te da una lección previa de lo que debes y no debes decir o hacer.
Estando ahí te lanza miradas, afirma o niega con su cabeza para darte su aprobación sobre lo que haces y conversas con los demás, pues cree que podrías hacerlo quedar en ridículo.
Cuando hablas de lo que te gusta (pintar, escribir, bailar, boxear o cualquier otro hobby).
Él se ríe y frente a otros menciona lo ‘mala’ que eres en esa actividad y lo ‘tierna’ que te ves intentando mejorar.
Evidentemente, decir que eres una puta, prohibirte ser y hacer, atacarte verbal, física o sexualmente y minimizarte de manera explícita no es micromachismo, es violencia de género.