El amor en los tiempos de Facebook
De miradas y sonrisas hemos pasado a ‘Me gusta’ y ‘comentarios’. Facebook ha cambiado nuestro concepto de conquista.
Nuestra generación es diferente y hay que adaptarse; las cartas de amor han llegado a su fin, ahora, la prueba de amor es ponerte en su foto de perfil.
Las manifestaciones públicas de amor ya no se hacen en mitad de la calle sino en tu ‘muro’, las primeras citas son a través del chat y las parejas cambian su estado a ‘casado/a con’ cinco minutos después de bajarse del altar.
El primer paso lo dimos con los SMS. Antes de quedar para ir al parque con la persona que te gustaba, le pedías su número de teléfono y, tras un intercambio considerable de mensajes, la podías invitar al cine. TKM (te quiero mucho) era sinónimo de matrimonio.
Luego, las llamadas. Nada significaba tanto como una llamada de tu crush, obvio, su valor aumentaba en función de la hora.
Después llegó Messenger. La dirección era importante: tenía que ser divertida y original. Se lo dabas a quien conocías en la fiesta y era la forma de llegar al que te gustaba de lejos, pero con quien no solías hablar. Te pasabas el día entero conectada para vigilar y hacerte la encontradiza. ¡Bendito muñequito verde!
Este sistema no fue suficiente. Entre 2007 y 2010 se extendió Facebook, la ya muy popular red social: la herramienta definitiva.
En Facebook no solo puedes chatear sino también ver sus fotos, lo que ha hecho hoy, lo que le gusta, qué estudia, qué ha comido, si se aburre en clase, qué amigos/as tiene… ¿Son más atractivas que yo?.
Acá el comportamiento es parecido: el chat equivale a la inocente persecución del Messenger (ya hasta se llama Facebook Messenger), un mensaje privado es un SMS y las llamadas perdidas son likes indiscriminados a todas tus fotos y publicaciones.
Sin embargo, esta red social destaca por su confusión. ‘¿Le gusto o no le gusto?’.
‘¿Cómo que a Pepito Pérez le gusta mi foto de perfil? ¡Ay, qué mono! se ha enamorado de mí y no sabe cómo decírmelo o tal vez no, quizá la que le gusta es mi amiga’.
Facebook es un arma de doble filo que deberían mantener fuera del alcance de las personas inseguras. Todo puede tener un significado u otro y lo que parece cortejo, a los dos días deja de serlo. Así que no creas que porque estás ‘en una relación con’, realmente, estás en una relación.