Las mujeres heterosexuales no existen

By Gabriela on 12 noviembre, 201517 febrero, 2022

Muchos juran haberlas visto y van dejando comida por ahí para ver si pican, pero no. No existen.

Un estudio que alguna vez leí decía que las mujeres solo son o bisexuales o lesbianas (homosexuales).

Sin embargo, la gente se vuelve loca con este dato, ‘¿cómo que no existen mujeres heterosexuales? ¡Eso es mentira! ¿Y mi abuela entonces qué es?”. Deja que le cuente a la pobre mujer…

Un poquito de calma, el estudio no hablaba de atracción, sino de la respuesta sexual, y ambas cosas son muy diferentes. La investigación consistió en unas 350 mujeres a las que les mostraron imágenes sexuales y estudiaron su respuesta física (pupilas dilatadas, etc.). Y, en realidad, solo confirmó algo que ya se sabía, mientras que los hombres solo se excitan con el tipo de sexo que a ellos les gusta…

El cuerpo femenino reacciona ante cualquier estímulo sexual.

O sea, que porque tu cuerpo reaccione al ver dos mujeres besándose no significa que seas lesbiana. Como tampoco lo es que consideres atractivas a otras mujeres. Ser homosexual significa sentirse atraído y tener relaciones con personas de tu mismo sexo. O sea, que tiene que haber una atracción y una acción.

Tengo que decir que yo sí estoy de acuerdo con el estudio y una conversación con un amigo, hace unos años, me dio la clave:

— Si tuviera que escoger entre tener sexo con un hombre muy asqueroso que no me gustara nada y una mujer atractiva, probablemente escogería a la mujer.

— Gabriela, eso es porque eres mujer. A un hombre nunca se le ocurriría.

— ¿En serio? Si tú tuvieras que escoger entre la mujer que menos te gusta del mundo y Brad Pitt, ¿escogerías….?

— ¡A la fea, seguro!

Lo confirmé cuando se lo comenté a una amiga, que se considera heterosexual: ‘¡Claro que escogería a la chica! ¿Te acuerdas de Fulanito? Me acostaría con muchas chicas antes que con él. Probablemente con cualquiera, antes que con él’.

¿Será una cuestión de sexualidad o es que (también puede ser) a los hombres les cuesta más admitirlo?

Lo interesante de todo esto, en mi opinión, no es si somos una cosa u otra, sino que la sexualidad cada vez más deja de verse como términos cerrados para ser como una escala.

Imagínense una regla: a un extremo están las personas que se consideran completamente heterosexuales y al otro los que se ven completamente homosexuales; el negro y el blanco. De acuerdo con muchos estudios, muy pocas personas se sitúan en estos opuestos, la mayoría estamos en el medio, con el resto de colores.

El problema es que no hay suficientes palabras para definirnos. ¿Alguien cree, en serio, que un solo vocablo puede recoger toda una vida sexual? ¡Venga ya! Pongamos un ejemplo: una chica que siempre ha salido con hombres (S, en plural) que de pronto se siente atraída hacia otra mujer y se gusta. Entonces ¿qué ha pasado, se ha convertido en lesbiana? ¿Y si después de esa mujer vuelve a tener un novio varón?

— Es que se arrepintió… – dice la vecina del 5to.

— Las malas experiencias la habían empujado al lesbianismo- dice la del 3ro.

— Claramente la había manipulado una lesbiana de estas… – diría mi abuela.

A ver, es solo una persona normal, cuya sexualidad evoluciona y cambia.

Me gusta que salgan estudios así, que estiran un poco nuestra mentalidad y que nos hace darnos cuenta que a nuestro alrededor e interior hay más colores de los que creemos. La sociedad tiene que madurar más en ese sentido y abrazar nuestra propia identidad y nuestros deseos es un paso muy importante.

Por cierto, lo de que mi abuela dijo algo así es mentira. Tengo una abuela muy moderna que cuando le conté de este estudio dijo ‘pues puede que sea verdad, pero yo, es que soy de otros tiempos’.