Hombres frente al aborto
pixabay.com

Aborto: “Alquien tiene que salir a reclamar”

La interrupción del embarazo siempre será un tema controversial sobre la mesa. ¿Pero conoces algún testimonio para poder hablar con fundamento? Ana María Aguirre, psicóloga social nos comparte una historia cercana

Fuente | Ana María Aguirre, defensora de los Derechos Sexuales, Especialista en Programas de Salud Sexual y Reproductiva para Jóvenes y Adolescentes, Psicóloga Social.

Cuando me llamó para decirme que estaba embarazada teníamos varios meses separados. Pude haberle negado mi apoyo y dicho que no era mi hij@. Lo pensé. Había usado condón. Saqué la cuenta. Era suficiente tiempo para haber tenido otra pareja sexual. Pero nuestra relación había sido una linda historia, no podía dejarla sola.

Para ese momento yo tenía otra novia, ambos estudiábamos en la universidad, le conté todo. Fue un gran apoyo para mí.

Había decidido continuar la conversación, le pregunté qué quería hacer. Yo la apoyaría en cualquier decisión, aunque me parecía un problema que decidiera continuar el embarazo y tener el bebé, porque el apoyo económico sería un inconveniente, aún estábamos estudiando.

 

foro_banner_0.png

Fuimos a una clínica de planificación familiar, allí le hicieron un eco y confirmaron que ya tenía 12 semanas. La adopción no era una opción, ella era adoptada y no quería que se repitiera la historia. En nuestro país el aborto es ilegal por lo que tuvimos que buscar ayuda fuera de las instituciones.

Yo llamé a una amiga que trabajaba en estos temas, me comentó que las recomendaciones que brinda la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que es la semana límite para practicar un aborto seguro con medicamentos.

Pero mi exnovia consiguió un número que brindaba información sobre interrupción con pastillas. Le daba miedo llamar ella, estaba muy nerviosa. Yo llamé, me dieron toda la explicación y algunas advertencias: con ese tiempo de gestación habrá mucho sangrado, me advirtieron.

 

A los días compramos las pastillas. No teníamos ningún lugar propio a donde llevar adelante la toma de las pastillas de manera privada. Alquilamos una habitación en un hotel. Fue la noche más larga y difícil de nuestra vida. Cuando inició la expulsión ella estaba en el baño, se quejaba y me decía que no entrara. Fue desesperante. Intentaba calmarla, pero no podía hacer nada. Era ella la que estaba viendo todo. Cuando pensamos que ya había sucedido decidimos salir.

En taxi nos dirigimos a un primer hospital donde nos negaron la atención porque no había obstetra, nuevamente en taxi nos llegamos a otro donde nos dijeron que no nos podían atender porque era domingo por la tarde, y llegamos a un tercer hospital donde nos dejaron esperando por horas, hasta que me pidió que la llevara a su casa, estaba demasiado cansada y ya había detenido el sangrado.

Pudo haber muerto desangrada. Por suerte su cuerpo logró controlar la hemorragia.

No tiene sentido que hayamos tenido que pasar por esto sin ayuda, hay cientos de especialistas que habrían podido intervenir para que su vida no corriera peligro. Todo por un estigma centrado en el hecho de interrumpir el desarrollo del embrión, en vez de pensar en las consecuencias a futuro de continuar el embarazo. Se dejan llevar por su prejuicio en vez de pensar en lo mal que la va a pasar más adelante un bebé que nazca en las condiciones en las que estábamos nosotros. Alguien tiene que hablar, alguien tiene que salir a reclamar esta injusticia.

*Versión de una historia real brindada por un hombre de 20 años colaborador de una investigación sobre las necesidades en salud

¿Si estuvieras pasando por una situación similar, abortarias? Platícanos aquí en el Foro de Hablemos de Sexo y Amor al igual que podemos aclarar tus dudas.

¿Aprendiste algo nuevo?

Tell us what you think

HABLEMOS DE SEXO Y AMOR

Información libre, clara y sin rodeos sobre amor, sexo y relaciones