Tips para empoderarte sexualmente y dirigir tu placer

By Redacción Hablemos de Sexo y Am on 15 diciembre, 201417 febrero, 2022

Hasta mis veinte y tantos años realmente creía que no podía tener un orgasmo con una pareja durante el sexo.

Pensé que era la única a la que le sucedía, hasta que compartí mis sentimientos con otras mujeres que afirmaban que también tenían dificultades para llegar al clímax.

Aparentemente, el 10 por ciento de las mujeres no han tenido un orgasmo, con o sin pareja.

Evidentemente no nacemos siendo los/las grandes amantes en la cama. El acto sexual es como una relación… requiere trabajo.

Así que dejemos de tener relaciones sexuales mediocres y comencemos a tener orgasmos como si fuera un trabajo.

Tienes que hablar de sexo
Mi primer compañero nunca me preguntó qué me gustaba. Yo tampoco le dije nunca. Nunca hablamos de sexo, y es tan importante.

Fuera de la habitación a todos nos gustan las cosas diferentes. Y necesitamos hablar sobre lo que hace que nuestros libidos se pongan en marcha.

A algunos les gusta lento, a otros les gusta ser un acto aeróbico. A algunos les gusta ducharse primero, a otros les enciende el olor del sudor de sus parejas. A algunas personas les gusta el juego de roles, otras se extrañan al hablar sucio. Algunas personas realmente quieren tocar los pies. A algunas personas les gusta que le jalen el cabello, otras personas lo odian. Algunas personas necesitan treinta minutos de juegos previos. A algunas personas les gusta tener relaciones sexuales con tres cuerpos, no dos. Algunas personas aman el sexo en la ducha, algunas personas caen en el baño y se rompen la espalda y lo odian. Algunas personas quieren vestirse con tacones altos y usar encaje. Algunas personas quieren lo natural, otras te dirán que te afeites.

El sexo es muy complejo. ¿Esperas simplemente entrar a este mundo con un guión sexual sobre lo que le gusta a cada mujer/hombre?

Tener relaciones sexuales con un nuevo amante es como aprender un nuevo idioma; cada cuerpo tiene diferentes necesidades y deseos. ¿Esperas hacerlo solo en la oscuridad, ciego, sin palabras y para que sea mágico? No. Se necesita hablar, paciencia, comprensión, tiempo, experimentar.
Hay que descubrir nuestros cuerpos juntos
Cada vez que te presentas a un nuevo amante, eres como un lienzo en blanco, con pinceles y pintura intactos y puedes crear de una manera que nunca antes lo has hecho.

Para tener buen sexo, tenemos que hablar el mismo idioma con nuestros labios, miembros, corazones y todo lo demás.

Al principio puede ser difícil decir tu verdad sexual, pero prometo después será más fácil.

Hay un compañero que te devorará y te saboreará como la delicadeza que eres, quien rogará tus palabras más que tu amor. Además, es necesario sentirnos conectados.

Tenemos que sentirnos vistos, escuchados y comprendidos por nuestros socios para tener relaciones sexuales íntimas. Tenemos que sentirnos conectados no solo con nosotros mismos, sino también con la pareja que elijamos.

Inevitablemente, eliminaremos alguna conexión del sexo, ya sea sexo bueno o malo, pero debemos tener cuidado cuando confiamos en que el sexo sea la principal fuente de intimidad y conexión en una relación.
Cuanto más fuerte sea la conexión antes de quitarse la ropa, mejor
Tenemos que despejar el espacio con energía para que podamos mostrarnos abiertos, vulnerables y disponibles para el sexo. Parte de tener sexo es desnudarse ¿verdad?

Prueba con los juegos previos con ropa. Después quítate la ropa poco a poco. Haz lo que sea necesario para ti.

Muévete a través del juego para que puedas mostrarte emocional y físicamente desnudo/a.
Cuando comuniques lo que quieres en la cama, concéntrate en elogiar las cosas que tu pareja está haciendo y que te encantan en lugar de decir ‘No me gusta esto’
Todavía estoy aprendiendo a pedir lo que quiero. No ser tímida, avergonzada, o asustada cuando hablo con mis amantes.

Con libertad, sin vacilación, di: ‘Me gusta cuando te mueves lento’.

Nuestros cerebros toman nota de los elogios mentales, cuando hacemos algo que hace felices a las personas que nos importan, naturalmente queremos hacerlo de nuevo: recibimos un regalo. ¿Quién no ama las golosinas?

Cuando comuniques lo que sientes, practica hablar más sobre lo que funciona y menos sobre lo que no funciona.

Por supuesto, si te sientes incómodo con algo o no quieres participar sexualmente de alguna manera, ten límites, di no. El sexo debe ser seguro.
Usa tus propias manos, para ser el maestro
Dejé que mi amante fuera un estudiante para que mi cuerpo se tensara, sacudiera, temblara y explotara de alegría y deleite.

Mi creencia anterior ‘No puedo tener un orgasmo con alguien’ es un mito.

Soy capaz, muy capaz, después de todo, solo necesito mostrarte lo que necesito.
Debemos ser participantes, no espectadores en el sexo
A los veinte años me di cuenta de que continuaba participando como espectadora en el sexo.

El sexo seguía siendo sobre mi pareja, y mi propia satisfacción no existía.

Entonces, modifiqué la balanza. El sexo era sobre mí, quería participar en mi placer.

Tuve años de sexo insatisfecho para compensar. Me di cuenta de que tenía derecho a dar, y también a recibir. Que todo esto del placer, no era una calle de sentido único.
Soy responsable de los períodos secos
Me di cuenta de que por mucho que quisiera señalar con el dedo a todos mis compañeros por mi insatisfacción sexual, no tenían la culpa, yo sí.

No estaba facultada sexualmente.

No hice el trabajo, no me presenté al sexo de la manera que necesitaba.

Entonces, ¿cómo pasé por alto mi creencia obsoleta de que ‘no podía orgasmo con un compañero?’

Un orgasmo no es un viaje gratis, bebé.
Comenzó con la masturbación
Por supuesto que me he masturbado, pero siempre tuve vergüenza.

¿Por qué tenemos vergüenza del sexo y el placer propio?

¿Por qué es algo tan natural, tabú?

Sentí que estaba mal, que debería ocultarlo.

Mantuve mi placer en la oscuridad, en un lugar lleno de vergüenza y miedo.
Encontré compañeros con los que tuve fuegos artificiales emocionales
Pasé un tiempo decidiendo si los hombres merecían mi corazón, mi mente y mi cuerpo.

No había estado tratando mi cuerpo como el templo que es. Ahora sí.

Lo elogio, lo escucho, lo despojo, soy paciente para escuchar y prestar atención a lo que el necesita.
Confianza, la parte que más me gusta del sexo
Un hombre recientemente me dijo que su mayor actividad fue cuando una mujer sabía lo que le gustaba en la cama y no solo se lo contó, sino que también se lo mostró.

Todavía estoy en mi camino hacia el empoderamiento sexual. No podemos saberlo todo y, por lo tanto, siempre seré un estudiante. Tal vez no siempre podemos tener fuegos artificiales y cohetes, pero existen. Estás aquí para tener nada menos que sexo extraordinario.