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Los Cinco Datos Básicos de los Potenciadores Sexuales

By Stephanie Haase on 12 septiembre, 201317 febrero, 2022

La expresión potenciadores sexuales suena más a un deporte que a sexo, ¿no? desde el Viagra hasta el gingseng, muchas personas buscan productos para mejorar su rendimiento en la cama.

Y es que el sexo es como el deporte: es necesario practicarlo bien, estar en sincronía con tu pareja y llegar a la meta. Antes de que te gastes el dinero en pastillas o en cuernos de rinoceronte, es importante que tengas en cuenta los posibles efectos perjudiciales para tu organismo, para tu monedero o para los animales en peligro de extinción. Echale un vistazo a los cinco de esta semana.​

1. ¿Qué son?
   
   Hay millones de potenciadores sexuales en el mercado dirigidos a diferentes problemas. Disfunción eréctil, libido baja, eyaculación precoz… cualquier cosa que puedas pensar tiene una medicina o un suplemento para tratarla. El citrato de sildenafil, mejor conocido como Viagra, probablemente sea el más utilizado de todos. Y además es uno de los pocos que es seguro si se usa correctamente.
   Los potenciadores sexuales prometen solucionar cualquier cosa que pueda salir mal en la cama: mantener una erección más tiempo, hacerla más dura y estimular el apetito sexual. Algunos, incluso, se atreven a decir que funcionan tanto para hombres como para mujeres, haciendo que la vagina “se tense y succione” a la vez que consiguen que la erección sea más dura y frecuente. ¡Lo único que no te prometen es hacerte la colada!
    
2. Horny Goat Weed
   
   La mayoría de estos suplementos tratan de potenciar los niveles de testosterona masculinos. La testosterona es la hormona encargada de elevar tu apetito sexual (sin embargo, los estudios han demostrado que la testosterona sola no es suficiente para elevar tu libido).
   Se supone que la planta “horny goat weed” o epimedium eleva los niveles de testosterona, al igual que muchas otras hierbas, raíces y productos animales.
   Otro tipo de píldoras actúan tratando de reducir los niveles de estrés, como el ginseng indio o ashwaganda. El estrés puede ser la causa de un escaso apetito sexual o de los problemas para mantener la erección. Por ello, al reducirlo se puede tener un impacto positivo en las funciones sexuales masculinas.
   No obstante, la mayoría de la “evidencia” se discute enormemente, por lo que es aconsejable no creerse todo lo que pone en la etiqueta del bote de pastillas o en el anuncio del periódico.
    
3. Seguridad
   
   Si tienes suerte, el único efecto secundario de un potenciador sexual es que no te habrá sobrado suficiente dinero como para invitar a tu novia al cine. Algunas medicinas te harán sentir irritable y nervioso mientras que otras pueden tener consecuencias serias para tu salud. Por ello, si tienes algún problema en tus relaciones sexuales, discute las opciones con tu médico antes de tomarte algo que has comprado en la red.
   Aún cuando un medicamento sea seguro, como la Viagra, no significa que debas tomarla para mejorar tu rendimiento a menos que realmente tengas problemas. Aproximadamente un 20% de los jóvenes han usado Viagra para mejorar sus habilidades en la cama. Sin embargo, no existen pruebas de que funcione. Puede que te produzca dolor de cabeza o diarrea o incluso algún problema cardiaco. Y no hay nada menos romántico que salir corriendo al aseo en medio de tu encuentro sexual.
    
4. Tiburones, rinocerontes y testículos de cerdo
   
   Llamamos a todos estos potenciadores sexuales fármacos o medicinas, pero en realidad, la mayoría de ellos no son más que suplementos. ¡Y sí que importa el nombre! Legalmente, tanto fármacos como medicinas están sometidos a tests muy largos y exhaustivos para garantizar que no son perjudiciales para la salud. Una vez superados, pueden salir al mercado.
   Sin embargo, los procedimientos respecto a los suplementos varían de un país a otro. Normalmente, el fabricante tiene que registrar el producto y sus ingredientes en algún organismo oficial, pero ello no implica que sea seguro. Así que a menos que tengas una receta de tu médico, deberías pensártelo dos veces antes de comprar un suplemento.
   Ten en cuenta también que algunos de los suplementos dicen estar hechos con cuerno de rinoceronte u otras sustancias que llevan a la caza furtiva y la extinción de especies en peligro. No hay ninguna evidencia de que el cuerno de rinoceronte o las aletas de tiburón funcionen como potenciadores sexuales. Por otro lado, ¿de verdad quieres tomarte algo que contenga testículos de elefante?
    
5. Viagra femenina
   
   Los potenciadores no son solo para hombres. Actualmente se está testando un nuevo fármaco para estimular el deseo sexual en las mujeres. Se le ha llamado Viagra femenina y se supone que funciona tanto a nivel mental como físico. Y el hecho de que a casi el 50% de las mujeres del mundo les gustaría aumentar su libido, hace que haya una gran demanda potencial.
   Al contrario que la versión masculina, la Viagra femenina hace creer al cerebro que necesita sexo. Sin embargo, ya que las mujeres en general tienen un apetito sexual menor debido a otros problemas en la relación, la pregunta que nos queda es si una intimidad falsa creada por una píldora puede realmente sustituir aquello que falta en la relación.