Ilustración_paleta_chupeta_cubierta con condón
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Fuente | Verónica Maza Bustamante (La doctora Verótika) periodista, educadora sexual, escritora, conferencista, promotora de los DDHH, melómana, exploradora de temas tabú 

Atrás quedaron los tiempos en los que los hombres aseguraban que no se sentía igual la penetración con preservativo, porque podrían percibir claramente la barrera de látex apenas se lo ponían.

Cuando comenzaron a comercializarse los preservativos, había apenas un par de opciones entre las cuales elegir y eran, efectivamente, un poco gruesos; sin embargo, hoy en día es posible diferenciar entre una amplia gama de marcas, tamaños, estilos y agregados.

Ya no tienen como único objetivo evitar un embarazo no deseado: ahora se puede tener más placer si se emplea uno con textura, diversión si se opta por los que brillan en la noche, mayor duración de la erección con los que tienen retardantes, sensaciones nuevas con los que se calientan con la frotación. Además, hay algunos tan delgados (los “piel desnuda”) que no se perciben pero son sumamente resistentes. Sabiendo todo esto, ya no es válido anhelar quitárselo o decidir no usarlo.


Ya no tienen como único objetivo evitar un embarazo no deseado: ahora se puede tener más placer si se emplea uno con textura, diversión si se opta por los que brillan en la noche, mayor duración de la erección con los que tienen retardantes, sensaciones nuevas con los que se calientan con la frotación.

Además, hay algunos tan delgados (los “piel desnuda”) que no se perciben pero son sumamente resistentes. Sabiendo todo esto, ya no es válido anhelar quitárselo o decidir no usarlo.

Sin embargo, much@s jóvenes como tú se preguntan cómo deben pedir a su pareja que lo use. En realidad no es tan difícil.

Es importante, antes que nada, entender que un preservativo nos puede salvar la vida, además de evitar que lleguen hijos no deseados al mundo. Si bien la amenaza del VIH/sida ya no está latente debido a que dejó de ser una enfermedad mortal para convertirse en un padecimiento crónico que se puede tratar con fármacos, aún sigue siendo un mal que, de contraerlo, llevaremos siempre en nuestro organismo (y los retrovirales no son baratos).

Existen, además, otras infecciones de transmisión sexual como el virus del papiloma humano o la hepatitis B que pueden derivar en situaciones que sí pongan en riesgo nuestra vida.

Sabiendo eso, es mucho más fácil asumir que lo mejor es cargar un condón en lugar de querer hacer compras de pánico en la farmacia cuando el motor ya está prendidísimo. Incluso las chicas deben llevar en sus bolsos un par, porque uno nunca sabe cuándo se van a necesitar.

Y, llegado el momento, lo más sencillo será simplemente sacarlo, mostrarlo a la contraparte y afirmar que ese preservativo deberá estar presente en la fiesta.

Una buena opción es integrarlo a la dinámica erótica: colocarlo mientras se baila una canción sensual.

También puede aplicar la de alabar la técnica para ponerlo (o sugerir una mejor), llevar de diferentes marcas para hacer una “prueba de campo” y examinar la calidad de varios, etcétera. ¡Que vuele la imaginación!

Del oral y más allá

Las barreras bucales son películas de látex o poliuretano que se usan entre la boca y la vagina o el ano durante el sexo oral. Se pueden comprar en línea o hacerse cortando un preservativo de tal manera que quede un cuadrado que cubra las áreas a lamer.

Son necesarios porque hay ITS que se contraen a través del disfrute oral. Al igual que el condón, lo ideal es cargar con ellas. ¿Qué decir al momento de la verdad? Pedir permiso es necesario, pero si lo hacemos con vergüenza perderá efecto la decisión de quien lo saque.

Por ello, lo mejor es juguetear con él también. Incluso preguntar: “¿Te parece bien que me digas qué tal se siente con este hulito por aquí?”. O mostrarlo y señalar: “Este cuadrito nos llevará al cielo”. Después de la práctica y cuando la pareja se dé cuenta que sintió muy bien, se puede conversar sobre la necesidad de emplearlo.

Por su parte, para dar placer oral al pene existen los condones de sabores. ¡Hay de muchísimos! ¡Y también se puede bromear y jugar con ellos!

El condón para las relaciones anales es diferente al que se usa en las vaginales. Debe ser más grueso y con lubricante, para facilitar el momento de la penetración. ¿Son necesarios? ¡Claro! Aunque el sexo anal no deriva en embarazo, sí puede ocasionar microlesiones en la zona que generen bacterias, además de que el riesgo de contraer una ITS es igual o más alto que en la penetración vaginal debido a estas mismas heriditas.

¡Que siga la fiesta, pero con don Condón! Y tú, ¿cómo le dices a tu pareja que usen condón? Cuéntanos y si hay alguna pregunta te esperamos en el Foro de Hablemos de Sexo y Amor.

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