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Erecciones: ¿una tras otra?

By Verónica Maza Bustamante on 26 enero, 201712 julio, 2022

Una angustia de los hombres jóvenes actuales es la lenta recuperación de la erección luego de la eyaculación. Muchas preguntas se cruzan por su cabeza: ¿Cómo hacer ese tiempo más corto? ¿Se molestará mi pareja si mi pene no se erecta luego del orgasmo?

Fuente | Verónica Maza Bustamante (La doctora Verótika) periodista, educadora sexual, escritora, conferencista, promotora de los DDHH, melómana, exploradora de temas tabú

Se le llama “periodo refractario” a ese espacio de tiempo que ellos necesitan para volver a tener una erección y eyacular tras un eyaculación previa. Aunque en los hombres de menos edad es más breve que los mayores, puede variar de minutos a horas.

Las explicaciones fisiológicas a este hecho no están claras. Se ha investigado su relación con los niveles de serotonina, la cual se libera tras la eyaculación y puede producir un alargamiento del período refractario. Otra sustancia que se ha relacionado es la prolactina, asociada con la disminución del deseo sexual y cuyo nivel varía en cada varón (por lo que cada uno reaccionará diferente).

El científico Catalán Pere Estupinyà explica que, evolutivamente, la pérdida de interés sexual y erección tras la eyaculación masculina podría ser un mecanismo para evitar gastar energías y reservas espermáticas con una hembra con la que acabas de copular.

“Para maximizar las posibilidades de reproducción es ‘mejor’ tener periodo refractario pero, al mismo tiempo, que se acorte de inmediato si aparece una nueva hembra en celo”, señala al explicar que un estudio con ratas de laboratorio demostró que si una rata macho, después de copular con una hembra se encuentra a otra hembra en celo, tendrá una nueva erección; si se queda solo con la primera ratona, no volverá a mostrar deseos de penetrarla.

Hombres sin periodo refractario

Hay hombres que pueden tener una erección inmediatamente después de eyacular. “Llegan al orgasmo, eyaculan y, si quieren, pueden continuar sin problema. No sienten hipersensibilidad en el pene ni pierden un ápice de erección.

Si deciden parar, a los segundos baja. Pero si se sienten todavía estimulados, pueden retirarse tranquilamente, quitarse el preservativo, ponerse otro y proseguir como si nada”, escribe el autor de S=EX2. La ciencia del sexo.

Investigadores de la University of Essen convocaron a un chico que podía tener erecciones seguidas y lo compararon con otros nueve de su misma edad. Él se masturbó bastantes más veces (llegó a tener dos orgasmos con eyaculación separados solo por dos minutos) y sus niveles de prolactina en sangre no se vieron alterados.

“En cambio, en los otros voluntarios los valores de prolactina subieron sustancialmente tras el primer orgasmo, no pudieron repetir la estimulación, bajaron un poquito a los 20 minutos y volvieron a subir después del segundo orgasmo”, narra Pere.

Eso confirma aquello de que lo que pasa en la “casa” de enfrente seguramente no pasará en la tuya porque nuestros organismos son diferentes. Sin embargo, existen teorías que enseñan a ver el sexo de otra manera y en las que no importa tanto el número de erecciones sino el nivel de placer y orgasmos.

El multiorgasmo masculino

Durante mucho tiempo se creyó que la multiorgasmia era privilegio exclusivo del sexo femenino, sin embargo, recientes investigaciones demuestran lo contrario: hay hombres capaces de tener más de un orgasmo en la misma relación sexual, aunque no todos con eyaculación.

Pero para poder hablar de multiorgasmia masculina es necesario separar los conceptos orgasmo, erección, eyaculación y período refractario y ver el encuentro erótico como algo más allá de ellos. Por ejemplo, se puede hablar de orgasmo sin eyaculación como también de eyaculación sin orgasmo o que cualquiera de estos dos sea sin erección o sin periodo refractario.

Cuando un hombre tiene orgasmos sin eyaculación sentirá algo muy parecido a lo que percibe cuando hay emisión de semen pero éste no será expulsado y su periodo refractario será mínimo, por lo que podrá sostener la relación sexual sin problema.

El llamado “orgasmo en seco” es muy común en prácticas sexuales de oriente y existen numerosos documentos que hablan de ejercicios para lograrlo. No obstante, la base para llegar a una sesión tántrica con estas características depende mucho de la manera de entender la relación erótica por parte de ambos miembros de la pareja, la posibilidad de quitarse tabúes y prejuicios para explorar el placer en todas las partes del cuerpo, acariciando de diferentes maneras y a distintas velocidades con cortos descansos durante el sexo antes de llegar a la eyaculación y, en general, el control a nivel mental y físico de lo que se siente.

Suena complicado, pero nada se pierde con probar.

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