Fobia sexual: el miedo irracional al contacto

By Redacción Hablemos de Sexo y Am on 12 marzo, 201217 febrero, 2022

“No entiendo por qué me pasa, pero no me gusta”, piensan muchos jóvenes que tienen miedo al sexo y rechazan cualquier contacto íntimo.

Se trata de una fobia común que impide cualquier actividad sexual, pero puede tener solución.

La doctora Resnicoff, psicóloga y sexóloga clínica, explica en qué consisten estas fobias sexuales y qué hacer para superarlas.

Fobia sexual

Entregarse a una relación íntima no es igual de fácil para todo el mundo. Muchas personas se sienten incapaces de darse a ciertas prácticas, especialmente la penetración, incluso en pareja y aunque sientan deseos. Como nos explica la Dra. Resnicoff, la fobia al sexo es un miedo irracional a todo acto de carácter sexual cuya característica más importante es la persistencia y se asocia a un deseo compulsivo de evitar toda experiencia sexual.

Se puede tener fobia a muchas cosas: a los besos, las caricias, el desnudo… La doctora insiste en que es un miedo que no tiene razón de ser, pero la persona que lo sufre es consciente de ello e incluso, llega a reconocer que es un miedo excesivo y sin razón de ser.

Aún así, la fobia a ciertas prácticas sexuales no les exime de sentir deseo e, incluso, alcanzar el orgasmo con otros juegos. “Más aún, los matrimonios no consumados son parejas que incluso ella puede lubricar perfectamente, pueden alcanzar su orgasmo, lo que no puede haber es la penetración”, explica Resnicoff.

Inicios

Las causas para desarrollar esta fobia son variadas, las peores tienen relación con situaciones de abuso en la niñez, pero también se puede deber a una educación muy restrictiva, en la que ciertas conductas fueron reprimidas.

El inicio de la fobia sexual se produce con los primeros contactos. Resnicoff comenta que al principio “puede haber besos, puede haber caricias, pero de pronto una caricia genital es evitada o el sexo oral se evita y para esa persona no tiene un motivo”.

Aunque no es lo habitual, la fobia se puede desarrollar después de haber experimentado el acto sexual e, incluso, estando en pareja. “Estas cosas a veces aparecen cuando uno está en pareja y cuando empiezan los primeros contactos y uno dice “ay no, no me gusta, me da asco, tengo miedo, no entiendo por qué esto me da miedo”, dice la sexóloga.

Parejas

Los denominados “matrimonios no consumados” son parejas que, aunque pueden sentir un profundo amor, deseo y tener juegos sexuales, evitan la penetración.

La causa más habitual es que la mujer haga “vaginismo”: una contracción involuntaria de los músculos perivaginales que rodean el suelo pélvico haciendo imposible la penetración.

Un problema cuya única solución efectiva es la terapia. Aunque también puede ser causado por el hombre si sufre eyaculación precoz.

El “varón virgen”

Aunque el sentimiento fóbico no es diferente para hombres y mujeres, un caso especial de fobia sexual es “el varón virgen”. Jóvenes que se mantienen vírgenes aunque sientan deseo y tengan ganas de experimentar.

La doctora Resnicoff explica que estos jóvenes “son varones que sienten mucho temor, muchos miedos, a tener su experiencia sexual o a contactar con una mujer y, además, se sienten muy presionados por todo el entorno social que empiezan a preguntarle ¿qué le pasa que no está con una chica?”

Estos jóvenes se mantienen vírgenes contra su voluntad y sienten mucha ansiedad por la numerosa cantidad de imágenes eróticas que reciben de la publicidad, la TV, el cine, etc.

Solución

La terapia es la única forma verdaderamente efectiva de superar esta fobia. La solución no llegará por nosotros mismos porque no se puede resolver con fuerza de voluntad o razón, sino que es necesaria la ayuda y entender que sólo esa ayuda puede lograr que se pierda el miedo.

Por ello, el primer paso es reconocer el problema; lo cual, explica la doctora, puede ser difícil porque “en este mundo donde todos quieren triunfar”, el entorno social puede ser muy estresante para la persona que lo sufre.