¿Funciona hacerse los difíciles?
Tratarlos mal para mantenerlos interesados: eso es lo que dicen los viejos proverbios y los consejos poco serios sobre citas románticas. Sin embargo, según un estudio reciente, el “hacerse los difíciles” es también una estrategia evolutiva.
¿Has oído hablar de la regla de los tres días? “No lo llames hasta que hayan pasado tres días después de la cita”. Es algo recurrente en las novelas, en las revistas de moda y en las series americanas Pero, ¿tiene algún fundamento científico?
Oferta y demanda
Existen dos motivos fundamentales por los que la gente juega a ser difícil, según un estudio reciente. El primero tiene que ver con hacerte más deseable al estar menos disponible. En cierto modo es como la economía: ediciones limitadas de un producto, objetos de lujo y otros productos limitados artificialmente, funcionan de la misma manera. Y si “aumentas tu valor aparente, puedes conseguir mejores parejas como resultado”, señala Peter Jonason, uno de los investigadores.
El segundo, es que el hacer que las cosas no sean tan fáciles para las posibles futuras parejas ayuda a averiguar cuánto están dispuestos a invertir en la relación, dicen. Se trata de obtener más información.
“Si puedes aumentar la información de la que dispones (especialmente para las mujeres), puedes tomar mejores decisiones a la hora de elegir una pareja. No es necesario que elijas a un chico que está aquí hoy pero se irá mañana, ya que recopilas más información, haciendo que la disponibilidad sea menor y obligándole a poner más de su parte y esforzarse e invertir más.”
Test de compromiso
En resumen, el hacerse el o la difícil funciona como un test, el test del compromiso: ¿se irá esta chica o este chico o van a permanecer a mi lado?
Para averiguar más sobre este test de compromiso, el estudio examinó con más detalle lo que implica hacerse el difícil. Los investigadores reunieron una lista de estrategias de flirteo que la gente utiliza para parecer menos disponibles. Cosas como fingir que tienes menos interés en alguien del que realmente tienes, actuar con seguridad, coquetear abiertamente con otros o demorar tu respuesta una llamada o a un mensaje.
Las mujeres utilizan estas estrategias un poco más que los hombres, aunque las diferencias no fueron significativas. Pero en lo que respecta a las razones para hacerse el o la difícil no hubo diferencias entre los sexos.
Ambos sexos
Aquellos que pensaban que el hacerse la difícil era algo típico de chicas se sorprenderían ya que “al igual que las mujeres, los hombres se benefician de incrementar la demanda, de que la gente los quiera más”, comenta Jonason. “Y ambos sexos invierten seriamente en obtener beneficios a largo plazo y en su descendencia. Por ello, los hombres también pueden beneficiarse de obtener más información sobre una mujer.”
Una pregunta más: ¿no resultan de mala educación las estrategias de hacerse el difícil como la regla de los tres días? Por desgracia, la investigación no se fijó en esto. Así que, como siempre, la apuesta más segura es que seas tú mismo.