Infidelidad científica
www.flickr.com

Infidelidad + Ciencia= explicaciones sustentadas

Miles de dudas abarrotan la cabeza de quien ha sufrido una infidelidad: ¿por qué me engañó?, ¿será que ya no le gusto?, ¿o fue que se cansó de la rutina? Responderlas también es cosa de ciencia

Si alguna vez te dieron la vuelta, te pusieron el cuerno o, en dos platos, te fueron infiel, seguramente te hiciste mil preguntas, te echaste la culpa y quisiste matar a tu pareja. ¿Qué fue lo que pasó?, ¿cómo fue que llegamos a este punto?

En medio de debacles económicas, cambio climático y bombas nucleares, los científicos saben que los problemas del corazón preocupan tanto o más a los humanos que los conflictos mundiales.

Con herramientas estadísticas y métodos científicos, quienes estudian a los culpables de los corazones rotos han respondido (siempre parcialmente) algunas de las preguntas que más nos duelen:

  1. ¿Por qué me dio “lata?

    Quizás es la pregunta que más nos martilla la cabeza en cuanto nos enteramos. Con la filtración de datos del sitio web de citas para personas casadas, Ashley Madison, los estadísticos hicieron fiesta y trataron de contestar a la pregunta.

    Uno de los estudios mostró que el 44% de las mujeres usuarias de la plataforma lo hacen porque se sienten atraídas por alguien más y otro 33% para sentirse “deseadas”. Los hombres dijeron, más bien, que para ellos era una cuestión de sexo: el 48% dijo que lo hacía porque necesitaba más sexo y el 47% porque quería más variedad.

    Los resultados no son santa palabra, sino apenas una aproximación a la forma en que las personas justifican su comportamiento. Las verdaderas razones que llevaron a tu novio o tu esposa a serte infiel están solo adentro de su cabeza y la única verdad aquí es que no hay forma de saber cuán reales son cuando las expresan.
  2. Ser infiel… ¿se trae en la sangre?

    Cada vez que mi madre escuchaba que el novio de una amiga le había pintado los cuernos decía alguna frase parecida a “hijo de tigre sale pintado”. Es más o menos lo que vino a sugerir este estudio: hay un gen que varía mucho entre una persona y otra y que podría influir en el comportamiento sexual de los humanos, particularmente en el comportamiento promiscuo y el adúltero.

    Ahora, esto no es excusa para nada: infiel es infiel y, si me preguntan a mí, la excusa de “ay, miamor, es que así soy yo”, lo único que merece es un chancletazo.
  3. Fue solo un beso, ¿cuán infiel es eso?

    Los hombres y las mujeres lo perciben de una forma distinta, según varios investigadores de la universidad de Kansas. Luego de analizar a 477 personas sobre sus percepciones sobre infidelidad emocional y física (sí, parece que son diferentes) concluyeron que las diferencias que encontraron no pueden explicarse por ninguna otra variable más que el género.

    Es decir, cuidado con lo que asumimos cuando estamos pisando la delgada línea entre lo que pensamos que puede ser o no infidelidad. ¡Nuestra pareja puede vernos del otro lado de la raya
  4. ¿Será que por eso fingía los orgasmos?

    Este es un comportamiento relacionado. Según parece, la frecuencia de los orgamos fingidos está relacionada con la infidelidad femenina y una menor satisfacción en las parejas, según un estudio estadístico hecho con 138 mujeres y 121 hombres.

    Los autores del estudio descubrieron que el orgasmo funciona como una especie de señal primitiva y tras sus entrevistas se dieron cuenta que los orgamos fingidos están relaccionados con la infidelidad, sin que eso significara que a más orgasmos había mayor fidelidad.

<

¿Estás de acuerdo con los resultados de estos estudios? Este el espacio para darnos tu opinión o también puedes caer en nuestras redes>
¿Aprendiste algo nuevo?

Tell us what you think

HABLEMOS DE SEXO Y AMOR

Información libre, clara y sin rodeos sobre amor, sexo y relaciones