Besos_robados
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¿Los besos robados deberían pasar de moda?

Típica fórmula de escena intensa de romance: apuesto muchacho + se acerca y toma desprevenida + bella joven + apasionado beso “de amor”+ suspiros= “final feliz”, ¿te suena familiar? ¿te parece romántico?

A ver hablemos de lo que no estás viendo, y que convierte esta escena en algo “de terror”

 


¿Qué se dice de los besos robados?

Mucha gente piensa que los besos robados son una expresión más de amor, una manifestación de deseo y pasión, una fantasía digna de plasmar, con pirotecnia y una banda sonora de fondo, en miles de películas románticas, series, etc. Sin embargo, hay una parte que no estamos observando y reconociendo de los besos que no necesariamente son robados en las pelis, sino que suceden en la vida real: la violencia.

No me odies, pero… robar un beso, puede ser una forma de violencia también.

Y no lo digo yo, lo dice la gente que sabe. Según la Asociación Mundial de la Salud Sexual, y la Organización Mundial de la Salud (OMS), la violencia sexual es el ejercicio de violencia relativo a la sexualidad, puede incluir el forzar un acto sexual, comentarios o insinuaciones sexuales no deseadas o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona en contra de su voluntad.

REPASEMOS: una insinuación sexual, como abalanzarte encima de una persona para poseer sus labios, aunque suene romantiquísimo, si la otra persona no está interesada en que algo así suceda, definitivamente puede llegar a sentirse invadida, transgredida, incómoda porque alguien no le pidió permiso para tocar un espacio tan íntimo, tan propio, como lo es la boca.

Oooh… ahora resulta que todo es violencia.

Ya sé, suena fatal que parecería ser ahora una tendencia de moda “feminazi” esto de señalar la violencia donde la vemos, pero sucede que… ¿y cómo no hacerlo? si es algo con lo que muchas personas viven, vivimos y hemos vivido y pues, señalar la violencia es una forma de invitar a las personas a que las cosas cambien. Y para que cambien, hace falta que hablemos de ello, así de claro.

Pero bueno, como no se trata solamente de juzgar, sino también de proponer cómo hacer las cosas más dentro del marco de los derechos sexuales de todas las personas, y dentro de los límites de su salud física, emocional, psicológica y social.

Así que, ¿cómo podemos hacer que un beso “robado” no sea un “crimen”?

Fácil: Comunicación asertiva. En otras palabras, hablar de esto, buscar las mejores maneras de comunicarle a la persona que nos atrae, que estamos interesándonos en conocer, por ejemplo, qué piensa de los besos, cómo le parecen más disfrutables, qué piensa de un beso robado… Hasta podría ser un buen momento para “sondear” cómo está percibiendo lo que está pasando, porque lo que a lo mejor para ti es un coqueteo, tal vez para la otra persona signifique algo distinto.

Unas cosas, por otras.

Yo sé que más de alguna persona dirá “ay, pero así, qué chiste. Le quitas todo lo romántico al asunto”. Ya sé, también pasé por ese duelo.

Efectivamente, el elemento “sorpresa” puede ser un importante ingrediente de la experiencia del “beso robado” que, quien disfruta de esto, lamenta perder al reconocer que dentro de estas prácticas puede darse un acto de transgresión y violencia.

Así que, yo te invitaría más a atreverte a sacar un “tema incómodo”, a que te queden viendo con cara de “what”, pero que no transgredas a nadie, que aventarte al vacío romántico e inconsciente de arrebatarle un beso a los labios de otra persona que, aunque mueras de pasión por ésta, tiene derecho a decir si quiere, o no, disfrutar de tus valiosos besos también.

¿Tú qué piensas que los besos robados? ¿Te ha tocado que alguien que no deseabas que te besara, lo hiciera?

Recuerda que abriendo la conversación es como lograremos construir las tendencias de relaciones que mejor nos vengan a tod@s, para esto te esperamos en el Foro de Hablemos

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