Mi exnovio tiene VIH, ¿qué hago?
Un joven de 21 años se entera de que su ex acaba de recibir un dictamen positivo a su examen de VIH y toma la decisión más difícil y también la más acertada: ir de inmediato a realizarse la prueba.
No debe existir una llamada más terrible que la de tu exnovio diciéndote que tiene VIH
La voz de Alexis retumba en mi teléfono y no sé si se está riendo o está llorando, pero me alarma.
Alexis es un muchacho homosexual con miles de planes: terminar la universidad, conseguir un trabajo, sacar una maestría en el extranjero… pero esa llamada de hoy en la tarde estuvo a punto de traerse todo al suelo: su exnovio acababa de hacerse la prueba, con un resultado positivo.
‘Cuando salíamos siempre usábamos condón’, comienza a contarme, cuando por fin confiesa que acaba de realizarse la prueba de VIH y está temblando del miedo en la clínica mientras espera el resultado… pero luego, cuando nos hicimos novios, dejamos de usarlo; pensamos que por tener un compromiso ya estábamos libres de cualquier enfermedad’, prosigue.
Mientras espera, su voz le tiembla. Me dice que fue un idiota y que bien merecido se lo tiene, por no pensar bien y anteponer el deseo a la razón.
‘Sabíamos que teníamos que hacernos la prueba antes de comenzar a tener relaciones pero un día no lo pensamos y al día siguiente dijimos: bueno, ya qué…y así seguimos’, recuerda.
Yo trato de calmarlo diciéndole que las investigaciones son cada vez más contundentes con respecto a los resultados del tratamiento antirretroviral: lo más importante es el diagnóstico temprano para atacar el virus.
En un 90% de los casos que se atienden en la primera etapa, el virus se debilita tanto que la dosis de pastillas puede reducirse significativamente permitiendo mantener una buena calidad de vida.
Mis palabras son incapaces de calmarlo, por supuesto, pero yo le hablo de Adriana Sánchez, la última persona especialista en el tema a la que entrevisté sobre el VIH en América Latina: ‘la clave es el diagnóstico temprano’, me había dicho ella.
Hacerse un examen de VIH es una prueba de valentía
Él, claramente, está en una posición extrema, pero tomó la decisión más acertada posible: salir de las dudas antes de partirse la cabeza.
Las misiones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en países de Latinoamérica han demostrado que, mientras más rápido se diagnostique una persona, menos será el riesgo de que alguien más adquiera el virus. Es decir, la mayoría de las personas toman consciencia de su situación y deciden cuidarse y ser sinceras con sus parejas sentimentales.
Alexis me jura que nunca más volverá a tener sexo sin condón. ‘Nunca, nunca’. Trato de solidarizarme con él y decirle que culparse ahora no sirve de nada: ¿quién no ha pasado por alto el uso del condón a cambio de 10 minutos de compañía?: es una decisión tan común como tonta.
Mi amigo emite una especie de risa por primera vez desde que empezamos a hablar y me dice que tiene que colgar porque acaba de llegar su actual novio a acompañarlo.
Él no lo sabe pero me ha hecho reflexionar sobre todas las veces que he tenido relaciones sin condón porque ‘confío’ o me dejo llevar.
Alexis y yo, ambos profesionales, con toda la información disponible y a la mano hemos cometido errores. Pudimos ser portadores de una enfermedad durante años sin saberlo y haber enfermado a una cadena de personas a quienes ni siquiera conocemos.
Habíamos hablado antes de realizarnos la prueba pero dejamos pasar el tiempo, por dicha del destino, sin consecuencias: Alexis salió negativo y lloró de felicidad durante una semana completa. Nuestra promesa, desde entonces, es clara:
Nunca más le dejaremos a la suerte nuestro futuro ni el de la gente a la que queremos.
