Ilustración:Robot_Desempeño Sexual — © Hablemos de Sexo y Amor 2021

¿Robots para el trabajo sexual?

By Verónica Maza Bustamante on 3 junio, 201620 julio, 2022

Las muñecas inflables empiezan a pertenecer al pasado. La innovación tecnológica nos vuelve a sorprender esta vez en el ámbito sexual. ¿Todavia no te imaginas cómo? Nuestra periodista Verónica Maza nos trae este adelanto en su blog Sexo y Ciencia

Fuente | Verónica Maza Bustamante (La doctora Verótika) periodista, educadora sexual, escritora, conferencista, promotora de los DDHH, melómana, exploradora de temas tabú

Instalados en un mundo en donde la ciencia y la tecnología avanza a mil por hora, no es de extrañar que haya expertos en estudios futuristas como el neozelandés Ian Yeoman y la sexóloga Michelle Mar, quienes en su documento Robots, hombres y turismo sexual han predicho que para el año 2050, el famoso Barrio Rojo de Ámsterdam se transformará en el primer lugar en el que ejercerán la prostitución las profesionales del sexo robóticas.

Sí, aunque parece algo extraño, la fascinación por las figuras inanimadas existe en el ser humano desde tiempos ancestrales, aunque antaño la excitación la generaban hermosas esculturas y ahora parece ser que sucede con androides, los mismos que cada vez se parecen más a sus creadores en cuanto al aspecto, movimientos y textura de la piel.

Los científicos de la Universidad de Wellington afirman que esto ayudará a minimizar los riesgos de contraer infecciones de transmisión sexual y a reducir el tráfico de personas relacionado con esta actividad.

Como parte de su proyecto, han recreado la imagen de un burdel del futuro: el costo de un servicio con “todo incluido” sería de diez mil dólares pero ofrecería una amplia gama de servicios.

Aunque ellos piensan en los mismos que podría dar una profesional del sexo de carne y hueso, como bailes eróticos o masajes, yo pienso más bien que su éxito se encontraría en ofrecer justo aquello que un ser humano no puede hacer, como posturas complejas durante la penetración o la posibilidad de cumplir las fantasías de su cliente sin importar si le gustan o no a la sexoservidora.

Quienes acudan al lugar podrían elegir la edad, origen étnico, forma del cuerpo y hasta el idioma de androide, que según la universidad, en su versión más popular se llamaría Irina y sería una rusa alta y rubia. Al estar fabricados con fibra resistente a bacterias de fácil limpieza, podrían garantizar que no habría contagios de enfermedades e infecciones.

La pregunta es si con ello dejaría de existir la prostitución.

Sus impulsores afirman que ese sería el objetivo, pues si bien hay personas que se dedican a ella con iniciativa propia, se sabe que el trabajo sexual está relacionado con la trata de personas, la violencia y el crimen organizado.

En algunos burdeles de Japón esto comienza a ser una realidad, pues están introduciendo muñecas de aspecto real para los clientes que quieran pagar por estar unas horas con ellas. Hasta ahora no se maneja precisamente como un servicio de encuentros eróticos, sino como la oportunidad de vivir una fantasía psicosensorial que permita intimar con objetos semianimados y con alta tecnológica.

Por supuesto, existen los detractores, como Kathleen Richardson, investigadora de la Universidad de Montfort en Leicester, quien afirma que la creación de este tipo de robots perjudicará las relaciones entre personas reales.