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Relaciones de cerca y de lejos
¿Cómo reaccionarías si un buen amigo te contara que se va a ir a vivir al extranjero? ¿Y si no fuera tu amigo, pero tu pareja?
¿Cómo reaccionarías si un buen amigo te dice que se va a otro país porque se ganó una beca o se le presentó una buena oportunidad de trabajo?
Lo más probable es que lo apoyarías, ¿no es cierto? Claro, en el fondo te dolería porque significaría que ya no se verían con tanta frecuencia y que la comunicación no sería la misma. Pero sabrías también que ambos podrían poner de su parte para seguir la comunicación a distancia.
Con la tecnología de hoy en día, además, es más sencillo mantener el contacto con nuestros seres queridos, sin tener que hacer mucho esfuerzo ni gastar dinero. Pensemos en Facebook, Twitter, Whatsapp, Facetime, Instagram, Skype, etc. Con estas herramientas, en realidad, no tendrías tanto problema con que tu amigo se fuera a vivir a otro país.
Pero, ¿qué pasaría si no fuera tu amigo, sino tu pareja la que fuera a vivir al extranjero?
¿Cómo te sentirías? ¿Continuarías la relación a distancia? Cuando de esta pregunta se trata, las respuestas, las reacciones y los sentimientos son muy diferentes. Hay personas que sí estarían dispuestas a continuar a distancia y a hacer uso de todos los medios de comunicación existentes para sentir a su pareja lo más cerca posible. Hay otras que tal vez continuarían la relación pero bajo nuevas reglas o modalidades, como ‘abrir’ la relación, es decir, permitir que cada quién tenga otras parejas sexuales o amantes.
Hay otras personas que no tolerarían la distancia y que pensarían que la mejor opción es una separación definitiva. Ahora, si te fijas, te estoy poniendo en el papel de la persona que se quedaría en el mismo lugar, no de la persona que se iría a vivir a otro lado. Si fueras él/la que se fuera a vivir a otro país, ¿qué te gustaría hacer con tu relación? ¿Continuarla, modificarla, o dejarla y buscar nuevas experiencias?
Hay una frase que he escuchado varias veces:
“Siempre es más difícil para el que se queda que para el que se va”.
Sin embargo, esto es muy relativo. Si el que se va a vivir a otro lugar está más enamorado, ¿no crees que la separación le resultaría más abrumadora? También hay que contemplar que el que se va es el que inicia una nueva vida, lo cual es emocionante pero a la vez muy difícil, porque va a tener que empezar a acostumbrarse a otras personas, contextos, y rutinas, mientras que el que se queda seguirá teniendo su misma red de apoyo.
¿Entonces qué hay que creer sobre las relaciones a distancia? ¿Para qué parte es más difícil? ¿Tienen más posibilidades de éxito que de fracaso o es al revés?
Son varios los estudios que han encontrado que las parejas a distancia pueden funcionar, incluso, bastante bien. Sin embargo, como todo hallazgo científico que parte de análisis estadísticos, debemos ser conscientes de que hay casos que se salen de la media y que es muy difícil generalizar al 100 por ciento. Más aún cuando se trata del tema de las relaciones románticas.
No existen fórmulas
Desafortunadamente, el secreto para hacer que una relación que empezó de ‘cerquita’ funcione a distancia no existe, porque en realidad uno nunca sabe con anticipación cómo va a funcionar la convivencia a distancia, cómo se va a procesar la separación física y nunca se sabe cómo va a reaccionar la otra persona. Eso sólo se puede saber llegado el momento, en la práctica.
Si bien algunos contextos y situaciones son tan difíciles de predecir y de manejar, la búsqueda de intimidad y conexión con una pareja que vive a la distancia podría logarse con las siguientes recomendaciones:
Discutir muy claramente las expectativas
¿Qué es lo que esperas de tu pareja, y qué es lo que tu pareja espera de ti? Muchas veces, nos hacemos ilusiones que no están basadas en la realidad, por lo que siempre es muy importante tener claro qué tipo de situaciones conlleva el hecho de estar a distancia, y tener muy claro qué tipo de comunicación e intimidad nos podrá dar la otra persona y qué le podrás dar tú.
Dejar en claro las reglas del juego
¿Estar a distancia significa llamarse por teléfono una vez a la semana, una vez al día, o tres veces al día? ¿Significa chatear, enviarse mensajes de texto todos los días? ¿O acaso significa seguir siendo monógamos o, todo lo contrario abrirse para tener experiencias sexuales o afectivas con otras personas? Si la pareja no establece bien cuáles son los límites, los conflictos serán inevitables.
Pensar en ti
Muchas veces nos preocupamos más porque la otra persona esté bien y por aparentar que somos felices para que la vida nos sea más fácil, pero cuando se trata de una relación a distancia, es fundamental pensar en el bienestar personal. Tal vez estás en un momento de tu vida en el que no te gusta ni te conviene estar distanciado de tu pareja, o tal vez sí… Lo que sea, encuentra una respuesta en ti mismo/a y no decidas a partir de los deseos del otro. A final de cuentas, en una relación (sea de cerquita o a distancia) se trata de estar bien y a gusto, y si tú no lo vas a estar, tal vez no vale la pena continuarla.
De cerquita o a distancia, recuerda que la clave está en un diálogo claro, honesto y respetuoso, tanto contigo, como con tu pareja.
Me y…
Me y canta???????????????????????