Mal aliento, mucha baba… la triste historia de los besos desafortunados
‘Casi me ahogo mientras me besaba’, confiesa una chica. ‘Tengo una larga lista de malas experiencias, pero esta fue la peor’, comenta otra.
En esta serie sobre los besos, dos chicas cuentan su experiencia.
Aliento fétido
Había estado saliendo con un chico durante un mes. Una cita típica con él implicaba ir al cine, un cubo de palomitas y enrollarnos en la oscuridad. Me encantaba besarle hasta que un día se presentó a nuestra cita después de haber salido a comer con sus amigos.
Casi me ahogo cuando me empezó a besar. Su aliento olía a ajo mezclado con el hedor de un pequeño animal muerto. No sabía cómo decírselo así que continúe besándole durante las dos horas y media que duró la película. Chicos, si alguna vez planearon enrollarse con alguien después de haber comido ajo, por favor, lleven caramelos de menta.
Sara (pseudónimo), ejecutiva de ventas.
Muy afilados
Mi dolorosa experiencia con los besos tuvo lugar con un chico que conocí en un viaje. Pasamos el tiempo juntos durante una semana hasta que las situación empezó a subir de tono.
Nos besamos durante un tiempo y estuvo muy bien pero a medida que la temperatura subía empezó a mordisquearme los labios, la barbilla y el cuello con unos dientes muy afilados. Aparte de que me desmotivó totalmente, fue bastante doloroso y él estaba tan entusiasmado que no se daba cuenta de que me estaba mordiendo y me hacía daño.
Le pedí que parara y pareció confundido porque creía que me gustaba. Creo que mucho delos que no saben besar tampoco tienen la capacidad de observar si a su pareja le está gustando a no. Por desgracia, si pienso en las experiencias que he tenido este año parece que soy un imán para los que son malos besando.
Karina (pseudónimo), estudiante de diseño.