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Charlas obscenas e incluso ‘cibersexo’
“Charlas obscenas e incluso ‘cibersexo’ no tienen nada que ver con coqueteo y relaciones sexuales extramatrimoniales en la vida real,” opina Daniela. “por eso no entiendo que en esos casos se hable de infidelidad.”
Daniela, quien desde hace dos años tiene una relación amorosa, considera que si los contactos por internet contribuyen a fomentar la excitación en su relación, entonces no hay nada malo en ellas.
A su juicio, es posible mantener una buena relación amorosa con una persona, y al mismo tiempo desear sexualmente a otra. “No creo que sea ni anormal ni malo. Tampoco creo que Internet estimule ni fomente la infidelidad. Si la necesidad existe, sale a flote tarde o temprano.”
Coqueteo
“Personalmente, creo que una charla erótica de unos 20 minutos con una persona que se encuentra a kilómetros de distancia es algo inofensivo, si se compara por ejemplo con poner una relación con alguien. Yo, pese a que tengo una relación, coqueteo constantemente por Internet, y aunque no empleo la cámara, sí coqueteo con mensajes que envío por Skype. Además, tengo dos direcciones diferentes en Gmail, una para cada uno de los hombres con quienes coqueteo,” explica Daniela.
Juicio
“Pero, yo no coqueteo con cualquiera. Es verdad que en la red se puede establecer contacto con una inmensa variedad de gente, pero yo acostumbro a hacerlo con hombres que ya conozco. A pesar de ello, algunos de mis mejores amigos creen que coqueteo con muchos hombres. Yo detesto la palabra ‘engaño’, pero a mí me da igual lo que quiera pensar la gente. No entiendo cómo se pueda calificar de ‘engaño’, cuando nunca he sido físicamente infiel a mi pareja.”
Sensual
“La verdad es que, sea como sea, a largo plazo una relación se hace tediosa. A mí me agrada la estabilidad y la intimidad de pareja durante unos dos años, pero al mismo tiempo extraño la excitación que produce lo nuevo, lo desconocido; la excitación que produce coquetear. No veo por qué se condena por ejemplo una tener una charla o enviar mensajes sensuales de cuando en cuando, especialmente a sabiendas de que nunca tendré contacto directo con los hombres con los que coqueteo.”
Ser descubierta
Me excita leer mensajes sensuales y dedicar tiempo a responderlos
E incluso disfruto del tiempo de espera entre dos mensajes, así como de la inquietud al revisar mi correo electrónico cada cinco minutos en la esperanza de recibir nuevos mensajes. Mi única preocupación es la de ser sorprendida. Mi novio y yo compartimos nuestras computadoras portátiles, y siempre temo dejar mi cuenta de correo abierta.”
¿Vale la pena?
“Me pregunto siempre qué sucedería si uno de mis ‘amigos’ secretos dejara un mensaje imprudente en mi página de Facebook, o si mi novio llegara a descubrir que tengo otras cuentas de correo electrónico. A veces, incluso me pregunto si todo esto vale la pena, pero reconozco que no hallo una respuesta fácil. Al mismo tiempo, siempre estoy borrando mis charlas en línea y comentarios en mi página de Facebook.”
Daniela (nombre ficticio pero historia real), de 24 años, es profesional de Relaciones públicas.