¿Cómo elegimos a nuestra media naranja?

By Redacción Hablemos de Sexo y Amor on 19 abril, 201617 febrero, 2022

La media naranja es una expresión para referirse a esa persona con la que quieres compartir más que una tarde de cine, ¿pero realmente conoces que debes hacer para dar con la indicada?. Ana María Aguirre, psicóloga social, nos comparte sus sugerencias

Fuente | Ana María Aguirre, defensora de los Derechos Sexuales, Especialista en Programas de Salud Sexual y Reproductiva para Jóvenes y Adolescentes, Psicóloga Social.

Muchas personas tienen entre sus metas encontrar a alguien con quien compartir la vida, formar una familia, establecer una relación afectiva y sexual placentera. Entre esas personas estoy yo. Soy de las personas que les gusta la vida en pareja, pero la convivencia puede volverse muy difícil y por eso considero que uno de los momentos más importante es la elección de esa pareja.

Al pricipio solo tenía la idea de lo que NO quería, simplemente no me gustaba la actitud de tal o cual persona cercana. Una de las primeras cosas de las que me tuve que convencer es que yo merecía estar con una persona que me valorara, con quien los buenos ratos superen con creces los incómodos.

Hay que estar consientes que siempre tendremos diferencias y es allí donde radica aquello que dicen que “nadie es perfecto”, algunas cosas nos gustarán más que otras. Las cosas pueden fluir mejor una vez que aceptamos que cualquier persona con la que iniciemos una relación tendrá hábitos, gustos y deseos distintos, que a medida que conocemos a la persona iremos conociendo estos detalles y debemos ir decidiendo con cuales de esos podemos vivir y con cuales no. Teniendo el respeto y comprensión

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Podemos ir conversando con nuestra pareja pero sin olvidar que no tenemos ningún derecho a exigirles que cambie, porque cada quien es dueñ@ de su vida.

Pero hay mucho que nos podemos ahorrar si nos atrevemos a preguntar abiertamente durante las primeras citas sobre sus intereses y gustos, también estando muy atentos a cómo tratar a otros, como habla de sus relaciones amorosas e incluso de sus familiares.

Atent@s a las señales

Un hombre o mujer en proceso de cortejo puede no ser tan sincero o trasparente con nosotr@s precisamente porque es el momento en que solemos mostrar lo mejor para “seducirnos” mutuamente. También la independencia de cada uno permite que al menos inicialmente ninguno de los dos abuse de su poder sobre el otro.

Sin embargo hay señales que no podemos dejar escapar como malos tratos e irresponsabilidades hacia otros, las cuales probablemente lo hagan hacia nosotros cuando la etapa de enamoramiento haya pasado. Intentos de controlar nuestra forma de ser o de compartir con nuestros seres queridos, se irán intensificando a medida que la relación avance y se formalice.

En mi caso, en mi casa me enseñaron a alejarme de personas que puedan generar control sobre mí y hacerme o llevarme a hacer cosas que no deseo. También estaba clara que quería un hombre con quien se pudiese conversar con calma sobre nuestros desacuerdos, con quien pudiera utilizar condones porque me gustan, con quien pueda negociar tranquilamente el día que no coincida en querer tener relaciones sexuales, que sea emprendedor, colaborador, dispuesto a asumir plenamente sus responsabilidades en tareas del hogar.

Es así como se armó este par de medias naranjas que somos ahora, que no queremos fusionar para no perder nuestra individualidad, sino potenciarlas con nuestros sueños compartidos.

Probablemente seamos distintos a lo que éramos hace 7 años, porque hemos aprendido mutuamente entre nosotros y con el apoyo de nuestras familias. Pero todo tiene un comienzo que no debemos dejar al azar.