¿Eres sapiosexual?
Si te atrae sexualmente a alguien que es inteligente, entonces probablemente eres sapiosexual. ¿Eso hace que sea más fácil o más difícil encontrar el amor?
Era convencionalmente atractiva, tenía una cara bonita, un bonito corte de pelo y un vestido que abrazaba su figura y revelaba su cuerpo. Sus tacones resaltaban su bonito trasero redondo.
Sí, soy un hombre heterosexual, así que mirar a una mujer hermosa llama mi atención, pero no me llama la atención. Entonces sigo en lo mío. Había sido una semana larga y pasé por un bar al que voy de vez en cuando para desahogarme.
De repente la mujer vino a mi mesa y se presentó. Dos segundos después, ella dijo ‘Entonces, ¿qué te gusta hacer en la cama?‘ Así fue como ella comenzó la conversación. Nos sentamos y pedimos bebidas, y esta mujer no dudó y empezó a hablar de sexo. Fui inmediatamente apagado.
Me puse de pie, con mi bebida, y me trasladé a la parte de atrás del bar. Esta iba a ser otra de esas noches cuando pensaba en que ya era hora de que comenzara a cambiar los lugares a los que iba a pasar el rato. La clase de mujer que atraía estaba tan concentrada en arrojarme su cuerpo que no se dio cuenta cuando intenté evitar sus pechos.
Siempre he preferido la conversación, una conversación estimulante para la mente, y por alguna razón, no pude conseguir lo que estaba buscando en los bares a los que fui.
Entonces, después de esa fatal noche, cambié mis patrones. Comencé a cambiar mis lugares habituales a cafeterías, fiestas en casa e incluso actividades grupales como caminatas y ciclismo. No funcionó. Las mujeres que conocía no estaban interesadas en explorar lo que sus mentes tenían para ofrecer, o la mía. Pronto dejé de ser proactivo en la escena de las citas.
Seguí mi vida, persiguiendo los sueños de mi carrera. Un día, mientras estaba tomando un café solo en un restaurante, una chica me preguntó si podía acompañarme. Estaba solo en una mesa para unas 4 personas. No vi por qué no. Asentí y ella se sentó.
¿Te importa si mi amiga se une cuando llegue?
Me sorprendió que esta mujer fuera lo suficientemente educada como para preguntar. Negué con la cabeza, no, no me importó. Tenía auriculares, así que si la amiga era ruidosa, simplemente me desconectaría de la realidad.
Aproximadamente una hora después, una bella dama se unió a la mesa. Las dos se abrazaron y se sentaron. Seguí leyendo el libro mientras hablaban. Fueron consideradas mientras hablaban, no fueron ruidosas. Pero cuanto más hablaban, más me excitaba. Esto me sorprendió. Tuve que dejar el libro y procesar lo que me estaba pasando.
De la conversación, se notaba que la relación que tenían era platónica.
Discutieron sobre geopolítica e historia y culturas africanas, una amplia gama de temas. Cada vez que su amiga la desafiaba, ella tenía un contraargumento. Escuchar su contraargumento, arrojar hechos históricos y referirse a ciertos autores y académicos africanos que había leído, me excitó. Tuve que contenerme.
En ese momento, me di cuenta de lo que faltaba en mi vida: alguien que despertara mi mente, no mis genitales.
No pude evitarlo; puse mi libro en el suelo y me disculpé por intervenir en su conversación y comencé a hablar. Tres horas después, una de ellas se fue y yo estaba allí con esta mujer increíblemente inteligente.
Hablamos durante otras tres horas, luego pagué la cuenta e intercambiamos números. Comenzamos a vernos unos meses después. Hablamos de muchas cosas que ambos amamos. Nuestras conversaciones duran horas. Nunca quiero dejar de hablar con ella. Su mente es tan hermosa como ella. Ella es una persona increíble y muy intelectual: me reta a ser mejor. Creo que me estoy enamorando.
¿Te has sentido atraído/a por la mente de alguna persona? Escríbenos en los comentarios.
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