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Por si tu sueño era ser reina de belleza…

“Si te imaginas los certámenes como ese gran trampolín al estrellato, haz un campo en tu agenda para visitar a tu cerebro: encontrarás mucho mejores opciones allí que en una pasarela” sostiene la bloguera Maria Fernanda Cruz.

¿En qué estaba pensando mi madre cuando me dejó vestirme (o mejor dicho, desvestirme) así? A mis 26 años, esta es la única pregunta que puedo hacerle a mi santa progenitora sobre la forma en que me educó en mi adolescencia: ¿por qué no me amarró a la pata de la cama hace diez años, cuando quise salir en traje de baño a desfilar para ganarme una corona?

Cada día sale un concurso nuevo de belleza en mi país y lo veo ocurriendo también en México, Colombia, Venezuela, Estados Unidos…La Reina del Café, la Reina de los Mares, la Reina del Turismo, la Reina de los Carnavales y hasta la Reina del Banano. ¡Del banano! Hasta las letanías que rezan las abuelas son más innovadoras.

En honor a la verdad, la creatividad ni siquiera les hace falta a los dueños de estos concursos. Subir a niñas de 16 años en tanga a una tarima es y será siempre un gran negocio para cualquiera pero, ¿realmente quieres ser parte de él? Muchas de estas chicas, como yo lo hacía, buscan los concursos de belleza como un trampolín hacia el estrellato en el modelaje y en la televisión. Si eres una de ellas, tienes todo el derecho de querer serlo.

Pero, ¿qué tal si te das una vuelta por tu cerebro antes de probar?

Estoy segura de que encontrarás más razones para no hacerlo que para hacerlo: Observa con cuidado un concurso de belleza por televisión. Debajo de la corona verás a una chica saludando a sus súbditos como si fuera una gran reina. Son las reinas modernas de América Latina, solo que sin lingotes de oro…y sin ropa. ¿Está entre tus planes (y tus posibilidades) pagarte una operación de senos? Cada vez más, operarte se vuelve un requisito indispensable para que tus medidas sean aceptables.

Muchas de mis amigas que se han sometido a operaciones para ganar concursos la han pasado muy mal. Una de ellas invirtió más de USD $4.000 en la operación, fue la mejor de todo el concurso y lo perdió porque sí… porque así es la vida. Toma en cuenta que, entre el jurado, siempre habrá un cirujano plástico y varias de las clientas de estos doctores. Estarán muy contentos de que les pagues tu próxima operación.

Si de todas formas tu sueño es ser modelo, una carrera igualmente dura pero profesional, tienes otras opciones para lograrlo. Si tienes el talento, debes escoger bien la agencia que te represente. Una en la que no te pidan ser “edecán” para repartir cerveza en “eventos” es la mejor opción si algún día quieres llegar a las pasarelas más finas de tu país.

La cruel realidad en Latinoamérica es que los concursos (y muchas veces también el modelaje) terminan mostrándote como un un corte fino de res al que todo el mundo puede juzgar por forma, sabor y color. ¿Estás cómoda con ser un pedazo de carne?

O quizá, más bien, quieras invertir tu tiempo en cursos de actuación para ser la mejor actriz o en una profesión en la universidad. Si lo haces con las mismas ganas podrás brillar tanto como esa corona que tanto deseas, sin necesidad de quitarte la ropa frente a un millón de personas.

María Fernanda Cruz es comunicadora de la Universidad de Costa Rica con énfasis en periodismo. Los primeros tres años de su carrera los dedicó a entender a las mujeres y al placer escribiendo sobre ambos. En Hablemos de Sexo y Amor mezcla sus dos pasiones: la tecnología y la sexualidad. 

Y a ti, ¿te gustaría participar en un concurso de belleza? Deja tu comentario aquí abajo o participa en nuestra discusión en redes. 

 
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Recent Comments (5)

  1. El que quieras participar o
    El que quieras participar o partícipes) en un certamen de belleza no significa que no “diste una vuelta por tu cerebro” antes. Es verdad lo de las operaciones, pero estar en un certamen de belleza PROFESIONAL significa más que superficialidad, Es tener una disciplina impresionante, y cambiar tu estilo de vida; todo esto puede ser para bien o para mal, dependiendo de la perspectiva…

  2. Bueno hay de concurso a
    Bueno hay de concurso a concurso hay algunos que más allá de buscar una cara bonita buscan a una portavoz con responsabilidad dedicada al servicio a su comunidad.

  3. Una reyna de belleza se forja
    Una reyna de belleza se forja a base de disciplina, la gran mayoría tiene careras Universitarias, maestrías y hasta Doctorados. Algunas son profesionales y profesionistas, emprendedoras y hasta herederas de grandes riquezas. Más que una frivolidad es el deseo que conlleva a enfrentarse así misma y a sus miedos, sin demeritar el trabajo de las demás competidoras. He conocido mujeres inseguras o indisciplinadas antes del certámen y esa misma mujer convertida en una mujer más segura, profesional, con buena horatoria…. en fin cualidades que se forjan al momento de preparase y participar.

  4. Que pena, que lo veas por ese
    Que pena, que lo veas por ese lado, los concursos de belleza están evolucionando, tal parece que a ti te frustraron tu sueño cuando perdiste el concurso donde participaste, que mal

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