Autoayuda para hermanos celosos
‘Hola, mi nombre es Diego y desde hace 17 semanas no siento celos y furia de hermano mayor cuando veo a mi hermanita con su novio’.
La situación es claramente irreal. Que yo conozca, no hay grupos de autoayuda para hermanos celosos…
Si los hubiese, sería muy curioso que alguien llegara con historias de su transformación. Sin embargo, lo cierto es que en América Latina es muy natural que los hombres sintamos un deber frenético de proteger a nuestras hermanas menores. ¿Machismo, eres tú?
Muchos, me incluyo, hemos pasado por ese momento en que descubrimos que nuestra hermana tiene novio. Las primeras ideas que nos cruzan la cabeza son amenazar, intimidar y ‘desgraciado, le haces algo a mi hermana y…’
¡Relájate!
Ya estamos muy entrados en el siglo XXI para seguir en éstas. ¿Te acuerdas cómo eras tú a los 17? ¿O la edad que tenía tu primera novia cuando ustedes comenzaron? Piensa ahora en tu hermana. Ponte en sus zapatos. Las mujeres también tienen derecho a tenerle ganas a un hombre y sucede que tu hermana es mujer. Ajá, así es, a tu hermana le dan cosquillas cuando ve al novio. ¿Qué jodido?
Pues no, es lo más natural del mundo. Y no debería costar muchos años, como de hecho pasa, que entendamos que nuestras hermanas se las pueden ingeniar solas, que ellas pueden decidir con quiénes salen y a quién besan. Déjala ser.
¿Cuál es la excusa que usamos para ‘protegerlas’? ‘Ah, es que yo no quiero que se amargue la vida con un idiota, quiero verla feliz’. Entonces, con las precauciones del caso (nadie quiere ver a la hermana con un prófugo de la justicia) dale a ella la oportunidad de decidir con quién quiere ser feliz.
¿Qué hacer?
En mi caso, me tocó tomar partido cuando mis padres me pidieron consejo respecto a un viaje que planeaba mi hermana con sus amigos. No fue fácil, ni cerca, pero nada que hacer. Es una experiencia traumática, camaradas, pero unidos venceremos. Sobreviviremos.
-Papá, mamá, déjenla ir. Prefiero que estén seguros en una casa conocida, rodeados de sus amigos, a que anden robando minutos en hoteles o parques. No pueden detenerla.
Es verdad, todos nos acordamos cómo era ese primer amor loco, demasiado rebelde para aceptar obstáculos. Si le hacemos la vida imposible cuando trae el novio a casa, nuestra hermana buscará otro lugar a dónde ir. Y no sé ustedes, pero puedo imaginar cientos de lugares peores que el cuarto de mi hermana.
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Recuerda que te compartimos diferentes puntos de vista, que no necesariamente representan nuestra postura, la decisión final la tomas tú.