• Diversidad Sexual
• Sexo y discapacidad

Haciéndote valer

Desafortunadamente las personas que viven con discapacidades están en mayor riesgo de sufrir abuso.

Consentimiento

Todos tenemos el derecho a decir ‘NO’.

Si tú no quieres hacer algo sexual, tú debes decir ‘no’. Y si  la otra persona no quiere respetar eso, entonces se convierte en abuso sexual.

Las personas con discapacidades tienen mayor riesgo de sufrir abuso que sus compañeros. Si cualquier persona, personal de asistencia, un amigo, o incluso algún pariente – intenta aprovecharse de tu vulnerabilidad (percibida) y forzarte a tener alguna actividad sexual a la cual tú no has acordado, es abuso sexual o violación. Esto es completamente inaceptable y es un crimen.

Está bien decir que tú no quieres besar a alguien. Está bien si tú no quieres ser tocado. Está bien si tú no quieres tener sexo con tu pareja – aún cuando estés casado, aún cuando los dos estén desnudos. Si tú eres forzado a tener sexo después de que tú has dicho ‘no’ eso es violación. Eso es verdad para ambos, hombres y mujeres.

Alguien que cuida de ti puede presionarte a hacer cosas que tú no quieres hacer, porque tú ‘le debes’. Eso no es verdad, y tú no tienes que hacer nada como obligación. Si tu autoestima es baja puede ser más difícil decir ‘no’. Quizá tú no quieras decepcionar a la otra persona, y quieras que te quieran pero, nunca deberías sentir que tienes que hacer algo que tú no deseas hacer. Si a la otra persona realmente le importas, va a aceptar tu decisión.

Algunas personas suponen que te están ‘haciendo un favor’ al acostarse contigo si tienes una discapacidad. Pero cualquiera que piense esto, solamente está pensando en tu discapacidad, no en ti como persona.

¡Y eso no es verdad! 

Quizá tu tengas una discapacidad, pero eso no significa que no eres sexualmente atractivo. Nunca estás obligado a aceptar nada que no quieras y mereces una pareja que te haga sentir bien por quien eres.

Tratando con el abuso sexual 

Si tú has sufrido de abuso, necesitas decírselo a alguien. Esto puede ser muy difícil y la gente quizá no te crea. Es mejor abrirte con alguien en quien confías, alguien que sabes que te va a apoyar. 

Tan incómodo como será hablar sobre esto, es mejor sacarlo. No solo puedes obtener apoyo para ayudarte a superar lo que sucedió, sino que también podrías salvar a otras personas de pasar por lo mismo que tú pasaste con el mismo agresor.

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