¿Y si lo hacemos en público? — www.torange-es.com

¿Y si lo hacemos en lugares públicos?

By Diego Arguedas Ortiz on 19 junio, 201417 febrero, 2022

Quien diga que nunca le gustaría hacerlo en un lugar público (playa, baño, bosque, parking) está mintiendo. Me pidieron que constatara esta idea y sí, es cierta.

Pocas veces he visto yo un consenso tan abrumador como el que mostraron usuarios de Hablemos de Sexo y Amor en sus redes sociales. A ellos les preguntaron si les parecía excitante o peligroso tener sexo en lugares públicos.

Enumero las respuestas que me llamaron la atención:

“Es muy excitante y peligroso a la vez que maravilloso”
“Es MUY excitante cuando sucede en los baños de la disco”
“Es extremadamente excitante y mucho más cuando hay peligro”

Unas cuantas personas (menos de 5 en casi 90 comentarios) se mostraron en contra de hacerlo en público, pero en su gran mayoría el mensaje fue claro: a muchos jóvenes les encanta la adrenalina y excitación que ocasiona el hecho de bajarse los pantalones o subirse las faldas en lugares donde exista el riesgo de que alguien los encuentre.

Pero, bueno, lo que es público para una persona no lo es del mismo modo para la otra. En un pequeño sondeo realizado entre conocidos -y no tan conocidos- míos, escuché sobre experiencias que iban desde hacerlo en el coche aparcado en un lugar medio oscurito, hasta encuentros sexuales, como quien sale a dar una vuelta, en el callejón trasero de su bar favorito, al aire libre.

Esos casos no son tan dferentes de los que ya una publicación del periódico oficial de la Universidad de Binghamton, en Nueva York, decía no hace mucho sobre los sitios más populares para encuentros sexuales furtivos entre estudiantes: desde la sección árabe de la biblioteca hasta uno de los palcos del teatro universitario. Eso sí, la tendencia más común entre los estudiantes estadounidenses y los centroamericanos, pienso, es que prefieren tener sexo en lugares públicos, de noche.

Mi conclusión: Creo que para todos es emocionante salir de la rutina.

Es decir, salir de ese sexo clásico de ambos acostados en el colchón del cuarto. Las sugerencias hablan de escenarios tan distintos, como la ducha, el jardín, hasta la mesa de la cocina y rezar que aguante. Digo yo, que cada quien busque lo suyo y que pruebe el grado de privacidad que le resulte cómodo.

Más allá de la playa, el baño de la disco o el bosque, lo que quizás haga falta son otros ingredientes para mejorar la relación. No obstante si aún asi uno se anima a hacerlo en lugares públicos, por lo menos que se consideren cosas básicas, como no olvidar los condones, tener en cuenta que pueden ser pillados por una autoridad o, en el peor de los casos, que sean conscientes de que los amigos de lo ajeno pueden hacer de las suyas. Porque, claro, en un lugar público ¿dónde dejan la ropa mientras lo hacen?.