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¿Qué conoces sobre los juegos de roles?

By David Joshua Jennings on 20 marzo, 201517 febrero, 2022

Una manera de experimentar en la intimidad y estimular tú deseo y el de tu pareja es haciendo realidad las fantasías. ¿Sabes cómo jugar? Te compartimos algunos consejos.

Compartir tus fantasías con tu pareja son una forma de animar tu vida sexual. Les permiten a ti y a tu pareja actuar sus fantasías y explorar sus diferentes facetas.

Compartir tus ideas con tu pareja
Para que salga bien el juego de rol, debes empezar por compartir tu fantasía con tu pareja. Esto es más fácil decirlo que hacerlo. Tal vez no te sientas cómodo/a actuando diferentes personajes durante el sexo.

Una buena idea es introducir el escenario de tu fantasía en el sexo como un piropo, diciendo algo como, ‘Creo que serías un/a policía muy ardiente… seguro te dejaría que me arrestaras’. Debes dejar claro que solo es una fantasía, que en realidad no te quieres acostar con cualquier policía… Que solo crees que sería sexy que tu pareja jugara ese rol.
Encontrar roles que sirvan para ambas fantasías
Tal vez ya tengas un escenario en mente. Quizá ella podría ser una maestra, y él un estudiante. O qué tal intentar un escenario de secretaria y jefe, o el del técnico de servicio y el ama de casa. Una noche podrían actuar tu fantasía y la siguiente vez la suya. Hay una infinidad de posibilidades, solo asegúrense que lo que escojan sea agradable para los dos.
Explicarlo bien
Ahora que ya revelaron sus fantasías, elaboren los detalles para asegurarse que tú y tu pareja entendieron bien lo del otro. De lo contrario podrían crear ideas súper diferentes de cómo se debería actuar la fantasía. Mientras mejor expliques lo que tenías en mente, más posibilidades hay de que la fantasía se actúe excitante en vez de incómodamente.

También es una buena forma de asegurarse que ambos estarán cómodos con lo que harán, y de fijarse límites. Estar en la cama platicando sobre sus fantasías puede ser algo muy excitante por sí mimo.
Vestirse para la ocasión
No es obligatorio disfrazarse para el juego de rol, pero desde luego que lo puede volver más divertido y ayudarte a entrar en personaje. Los disfraces y utilería pueden ayudar a disminuir la inhibición en ambos. Ya sea un disfraz completo del siglo 17 o una simple peluca y unas esposas, algunos cuantos adornos es todo lo que necesitan para vivir su fantasía.
Improvisar
Algunos prefieren tener todo un guión armado antes de empezar. Pude ser divertido, pero ya que tengan algo de práctica, intenten salirse del plan original y construyan la historia sobre la marcha, y vean a dónde los lleva.
Establecer límites
Antes de entrar en personaje, ambos deberían estar en la misma sintonía de con qué se sienten cómodos y qué se consideraría ir demasiado lejos. Esto es especialmente importante si están experimentando con un escenario que involucra dominación y sumisión, o alguno que pueda herir susceptibilidades. Entiendan los límites de cada uno y determinen una palabra de seguridad para detener el juego si la situación se torna incómoda.
Aprendan a hablar sucio
El juego de rol suele ser más sobre lo que dices que sobre lo que actúas, en especial si no eres estrella de cine. Dile a tu pareja de forma explícita lo que te gusta, expresa tus fantasías o intenciones eróticas, o solo actúa lo que tu personaje diría durante el sexo.

Presionarte demasiado
No es una audición. El público no va a calificar tu actuación. El punto es divertirse juntos y darle un punto picante a su vida sexual. No te estreses por tu desempeño actoral, céntrate más en tu desempeño en hacer el amor.
Desgastarte
No es necesario intentar un escenario de juego distinto cada vez, o experimentar con cada escenario que se te ocurra. Descubre uno que tú y tu pareja de verdad disfruten, y luego repítanlo una y otra vez, experimentando con todo tipo de variaciones.
Olvidar divertirse
No te encierres en la preparación y lo teatral, el objetivo es excitarse y disfrutarse, no ganar un Oscar. Si te sales del personaje y te cambias a otro, ¿qué importa? Un juego de rol es para disfrutar tu fantasía, no para que te agobies.
Enredarte con la utilería
La utilería y los disfraces aportan diversión a juego de rol, pero no son lo más esencial para hacerlo bien. Lo más importante es elegir un escenario en el que ambos se sientan estimulados y divertirse actuando su parte.
Olvidarse de tener una palabra de seguridad
Sin importar a lo que estén jugando, siempre es bueno tener una palabra de seguridad, que sirva como botón de emergencia que detenga el juego cuando se ponga demasiado intenso o ya no sea disfrutable. ‘Reina pepiada’, ‘tequila’, o cualquier palabra fuera de contexto que rompa el ambiente funcionará.