ruso
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Conocí la anticoncepción de emergencia gracias a un ruso

Luego de un fin de semana de rumba, parranda, carrete, copete, tequilas, tragos, o como lo quieran llamar, me encontré con la emergencia

Atentas que les cuento ¿Qué cómo conocí la pastilla del día después?

Recuerdo que la primera vez que escuché hablar de la pastilla del día siguiente, ya había dejado de ser adolescente hace rato, pero no tenía la más mínima idea de qué era y para qué servía. Hasta que tiempo después, luego de un fin de semana de rumba, parranda, carrete, copete, tequilas, tragos, o como lo quieran llamar, llegó a mi casa mi amiga Ela.

Enamoradiza como ella sola y emocionada por contarme su aventura de fin de semana con un mochilero europeo. A Ela, en el círculo de amigas la llamamos multicultural, se preguntarán ¿por qué?, pues la niña no se resiste a los encantos de chicos extranjeros que se le cruzan en el camino.

Además de la emoción que expresaba contándome lo lindo de su nuevo amor, me confesó que estaba algo angustiada e inquieta ya que, en su noche de pasión con el ruso, ¿adivinen qué?, la niña no se cuidó.

¿¿¿What???

Se podrán imaginar el tamaño de mis ojos y el semejante grito que salió de mi boca ante sorpresiva confesión…

Me volví abogado acusador. Es que por ser mi amiga me impresioné, y me la imaginé en el peor escenario. Es penoso decirlo, pero en vez de actuar como una amiga, actué como madre decepcionada.

Pero ¿cómo se te ocurre no protegerte? ¡¡¡A estas alturas de la vida, habiendo tantas formas de cuidarse!!!. Fueron algunas de mis palabras (o regaños) para Ela.

Respiré profundo y conté hasta 100. Y pensé: bueno, aún no ha pasado nada, no sabemos si se embarace, o se contagie una ITS. Eran mis intrigas. Así que me senté junto a ella y, disculpándome obviamente por mi reacción, le pregunté: y ahora ¿qué piensas hacer?

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Resulta que la niña estaba más preparada e informada que yo

Traía consigo la pastilla del día siguiente y un folleto adjunto. Era ilustrado con una tira cómica, que más que informar era sumamente graciosa. Pero al menos instruía muy bien de manera visual varias situaciones cotidianas con respecto a embarazos no deseados.

A pesar de que Ela ya tenía en sus manos la solución para evitar un embarazo, que era su principal temor, había otras dudas sobre un posible contagio de ITS. Pero por el momento, eso no era prioridad para ella.

En fin, leímos las instrucciones del empaque. El medicamento venía en presentación de 2 píldoras que se debían tomar dentro de las 120 horas posteriores a una relación sexual no protegida. Y voilá, semanas después, el anticonceptivo de emergencia hizo lo suyo, no hubo embarazo. Aparentemente tampoco una ITS.

¿Qué si aprendí?

Si, al igual que Ela. Pero el caso es, que no solo debe preocuparnos el hecho de pensar en un posible embarazo, sino que también es sumamente importante protegerse ante cualquier riesgo de contagio de infecciones de transmisión sexual. El condón es nuestro mejor compañero en estos casos, nunca prescindamos de él.

Espero que les sirva de algo la experiencia de Ela. ¿O ya les pasó alguna vez lo mismo? ¿Sabes qué hacer en esa situación?. Esperamos tu comentario en el Foro de Hablemos de Sexo y Amor. Te invitamos te unas a nuestra comunidad de Facebook.

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