Curso intensivo de penes

Varios de los hombres saltamos a aportar al tema y nos quedamos congelados cuando descubrimos algo terrible: no sabemos nada de penes.

A los hombres heterosexuales deberían prohibirnos discutir acerca de penes. Así de simple. O se lo pongo en otra manera: las mujeres deberían ser quienes dicten cátedras de penes (si tal cosa existiera), porque nosotros no podemos.

Mientras ellas llegan a conocer tantos penes como con hombres tengan sexo en sus vidas (que no digo cientos, pero un par al menos) nosotros nos pasamos los años viendo para abajo y haciéndonos preguntas. Es casi conspiración alienígena: ¿habrá vida más allá de mis pantalones?

Y sí, yo tengo el mío, sano y enterito muchas gracias por preguntar. No me siento acomplejado por él aunque tampoco particularmente orgulloso. No tengo por qué estarlo, es un pene como cualquiera, creo yo. Pero la verdad es que no podría saber ni siquiera eso.

No sé nada, nada, de otros penes. Mientras yo conjeturo acerca de esos seres mitológicos, muchas mujeres ya han tenido el asunto entre manos.

‘¿Y vos qué sabés?’, me podría escupir a la cara, y yo tendría que quedarme callado.

El único conocimiento fálico que tenemos viene de la pornografía y esos son monstruos absurdos que podrían el ego de cualquiera. Es facilísimo acomplejarse al ver un video porno: ¡son enormes! Y las chicas parecen disfrutarlo tanto…

Esos son seres de otro mundo. El pene promedio, dicen los conocedores, anda entre 12 y 20 centímetros cuando está erecto.

Pero no teman compañeros, la información existe. En mis tiempos, hace unos años, me tocó buscar en Wikipedia y fue muy confuso todo. Ahora el golpe se amortigua, con sitios como este que ofrecen más información.

Descubra si el suyo es grande o chico, feo o lindo (ah, que subjetivo el arte dijo Dalí), si es excepcional o no y hasta cómo medirlo. Su vida está resuelta.

Sí, aún así, siente que le faltan detalles, pregúntenle a alguna amiga. Después de la carcajada inicial, un rubor demasiado acentuado en las mejillas y de preguntarle si habla en serio, de fijo ella le explica. A ningún hombre le cae mal un curso intensivo de penes.