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¿Cómo debe ser una consulta médica sobre salud sexual?

By Citlali Santos on 2 junio, 202017 febrero, 2022

Para que el caso médico, las molestías, o los síntomas se pongan sobre la mesa, lo primero que debe existir es la confianza.

¿Te pica ahí ‘abajito’? ¿Tienes síntomas de alguna ITS? ¿Tuviste intimidad sin protección? ¿Necesitas ir con una persona especialista sobre salud sexual? ¿Cómo exponerle todas tus dudas a un experto/a si no lo conoces?

La confianza es una parte fundamental de la relación entre el/la paciente y médico/a. 

Se asocia con una mayor satisfacción por parte de la persona que va a sanar, la adherencia al tratamiento y la continuidad de la atención. Sin confianza, la atención puede ser deficiente.

Desde la época de los griegos se buscaba que esta relación se diera en el mejor de los términos, y establecieron acuerdos que más o menos decían: ‘No causar daño, no proporcionar veneno ni administrar abortivos, no practicar actos quirúrgicos, no tener relaciones sexuales y no divulgar secretos’.

Actualmente, para que dicho vínculo se base en el respeto y la confianza, los expertos en materia de salud, sea cual sea su especialidad; tienen la obligación de:

• Respetar tu autonomía. Es tu derecho tomar decisiones de acuerdo a tus valores y creencias; ningún médico puede obligarte a hacer un procedimiento con el que no te sientas seguro/a o bien.
• Deben evitar el daño. Es decir, nada que se quedó un bisturí o una tijeras adentro de tu cuerpo después de una cirugía.
• Deben mantener la confidencialidad. Tu médico/a no tiene derecho a divulgar lo que se comentó durante una consulta ni nada relacionado a tu expediente médico.
• Es obligación del médico/a buscar que sus decisiones sean justas y adecuadas para tu situación de salud. 
• Deben tratarte con respeto sin importar tu edad, escolaridad, nivel social, orientación sexual, etnia o cultura.

Es tu derecho poder elegir; ser escuchado; sentirte seguro/a; y a estar bien informado/a

Existen casos donde independientemente de la trayectoria profesional y de los conocimientos del especialista, la relación con el paciente no es satisfactoria por diferencias de personalidades o creencias, por ejemplo: el médico te propone tomar antibióticos y tu estás en contra de ello, prefieres algo más natural.

O si se trata de una consulta ginecológica, te piden autorización para realizarte una exploración vaginal, y tú no lo deseas.

Hay casos en los pacientes han reportado que los expertos/as no piden consentimiento para realizar una exploración. En esta circunstancia, no existe la confianza ni el respeto y debes alzar la voz. Todo debe ser consensuado.

También hay situaciones en las que el médico no tiene mucha apertura para compartirte más información sobre tu padecimiento, lo cual crea barreras en la comunicación e imposibilita un mejor diagnóstico o tratamiento.

En el caso de los servicios sobre salud sexual, debes asegurarte que se respetan tus derechos sexuales y reproductivos.

¿Cómo construir la confianza?

Primero te sugiero que verifiques las credenciales profesionales del experto, su cédula, su título académico, algún reconocimiento.

Aun sea un médico/a recomendado, es importante que sepas que todo está en orden y que aquella persona está capacitada y sensibilizada para resolver dudas, inquietudes y temores.

Identifica cómo te sientes durante la consulta, ¿te gusta el tono con el que te habla el/la experto/a?, ¿te inspira seguridad para compartirle tus dudas?, ¿tus puntos de vista son respetados?, ¿te sientes escuchado/a?, ¿temes que se divulguen tus datos?

Cualquier aspecto que no te agrade o te haga sentir incómodo/a debes expresarlo. Recuerda la atención debe ser amigable pero con respeto.

Por cierto, si te ofrecen un ‘Servicio Amigable‘, di que sí. 

¿Tienes alguna duda? ¿Te gustaría poner en práctica la confianza con un experto/a en una consulta? Visita la Parada del Placer y elige la mejor opción de acuerdo a tu necesidad.