Esto me pasó por no usar condón

By Redacción Hablemos de Sexo y Am on 21 abril, 201417 febrero, 2022

Si lees esta historia vas a vivirla como propia, porque lo que me pasó a mi le puede pasar a cualquiera. Esto te va a concienciar más que cualquier campaña de prevención contra ITS.

Tengo 31 años, soy soltera, con una vida sexual bastante activa. Siempre pensé que el sexo era sólo disfrutar y que lo más grave que podía pasarme era quedar embarazada. Soy de clase media y tengo educación superior.

Todos los años me hago un chequeo médico general, incluyendo el test de VIH. Unos días antes de que comenzara este calvario me había hecho el test con resultado negativo, obviamente.

Pero hoy la vida me hizo aprender de la forma más dura, poniendo en riesgo lo más importante que tengo: mi vida… y todo por no usar preservativo.

Me confié

Un día conocí a alguien y despúes de la primera relación sexual dijo que el preservativo le había generado una reacción alérgica, que estaba acostumbrado a que con su ex novia no usaba, que me quedara tranquila que él se había hecho un test de VIH hacia poco y estaba bien.

Yo le creí y las siguientes ocasiones no nos cuidamos; sólo nos cuidábamos al momento de la eyaculación, que era afuera.

A los dos meses de estar con esta persona voy a someterme a mi chequeo ginecológico anual. Ese mismo día había sentido una molestia en la zona externa de la vagina y un leve sangrado. Al ver a la doctora le manifesté el síntoma. Me revisó y dijo que tenia un Herpes Vaginal. Le solicité información sobre la causa del contagio y su respuesta fue ‘no es nada, te bajaron las defensas, ponte estos óvulos, usa esta pomada durante unos días, toma 16 de estas pastillas y dale 4 a tu novio’.

Yo, preocupada, busqué informarme al respecto, y decidí consultar a una dermatóloga, ya que consideré que iba a ser importante asesorarme mejor y saber cómo evitar un rebrote de herpes en el futuro.

Ahí comenzó la pesadilla…

No podía dejar de pensar en que yo, que nunca había tenido una infección de transmisión sexual, ahora tenía una, y quién sabe si podría tener alguna más.

Saqué un turno y, al momento de examinarme, la doctora comentó que la lesión no era un herpes y me consultó si había tenido relaciones sexuales sin protección. Al responderle que sí, me aconsejó realizar un análisis de sangre para detectar si la lesión se trataba de sífilis, y dio positivo.

Tenía sífilis

Durante las siguientes tres semanas seguí inyectándorme penicilina, padeciendo el dolor de las inyecciones y muy angustiada.

Mi mundo se venía abajo. En ese momento no estaba más con esa persona (nos habíamos distanciado por otras razones) y lo llamé para contarle. Como queriéndome tranquilizar, él me aseguró que sólo había estado con su ex antes que conmigo (cosa que nunca le creí sinceramente). Se hizo el estudio y le dio también positivo, pero con valores mucho más altos que a mí y lo mandaron a hacerse más estudios.

Empecé inclusive a hacer terapia porque me encontraba desbordada por la situación, no podía creer que esto me estuviera pasando.

Resultados preocupantes

Llega el día de los resultados de sus análisis y le sale VIH positivo. En ese momento me dice que su último estudio (ese que me había dicho que se había hecho poco antes), en realidad, nunca se lo había hecho, que nunca pensó que podía tener esta enfermedad.

Me confesó, además, que su ex tenía un nuevo novio, y que se habían mantenido contacto sexual sin cuidarse. La ex estaba embarazada de su nuevo novio y, en ese momento ella también se enteraba que tenia sífilis y VIH, motivos por los cuales decidió abortar.

No puedo describir lo destrozada que me sentía. Me encontré frenada en la vida por esta situación y esta incertidumbre, no podía hacerme el test todavía ya que estaba en el ‘periodo ventana’, es decir el tiempo entre la primera infección y el momento en el que la prueba detecta, de manera precisa, que existe la infección.

Fui a un infectólogo y me dijo que quizás había zafado porque yo con esta persona no había tenido relaciones anales ni había eyaculado adentro, pero el riesgo estaba. Me indicó realizarme el test y fui también por mi cuenta a hacerme un test rápido que dicen que tiene sólo un mes del así llamado período ventana.

Ambos tests… el rápido y el tradicional dieron como resultado negativo. Sin embargo, los médicos dicen que debo seguir controlándome, ya que si el virus entró en mi cuerpo podría, en un futuro, convertirse en positivo, inclusive rozando los 6 meses de periodo ventana.

Esperanzas de mejorar mi vida

Al día de hoy no encuentro un infectólogo que me contenga. Es un mundo totalmente distinto al que yo estoy acostumbrada, estoy pasando el peor momento de mi vida, sin poder hacer nada más que esperar y rogar por haber zafado.

Y todo por creer que esto nunca me iba a pasar.

La persona que me contagió es también de clase media, con estudios, super cuidada con su salud, y que practica deportes todos los días.

Hoy me he vuelto una experta en infecciones de transmisión sexual. En menos de dos meses he aprendido más sobre los riesgos que tiene el no usar protección, que en toda mi vida.

Aprendí, por ejemplo, que el sexo anal es la vía de contagio más importante en lo que a las enfermedades sexuales se refiere, que se puede contraer enfermedades venéreas ‘silenciosas’, es decir, que no se manifiestan los síntomas hasta después de un tiempo. Si no te sometes a un tratamiento médico puedes poner en riesgo tu vida. Y, sobre todo, aprendí que estas enfermedades nos pueden afectar a todos, sin discriminar razas o niveles sociales.

Hoy necesito hacer algo con todo esto y por eso me decidí a escribir mi historia, para que cualquiera que la lea tome conciencia y valore más su vida en el momento de de elegir protección o no, o lo que es lo mismo, cuidarse o no.