¿A ti también te trajo la cigüeña?
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¿A ti también te trajo la cigüeña?

Cuando teníamos esa curiosidad absurda por conocer el mundo, le preguntamos a nuestros padres cómo llegan los bebés al mundo.

La primera respuesta siempre es algo torpe: el río, la cigüeña o simplemente un ‘eso no lo necesitas saber todavía’.

Después alguien nos dice, o nos enteramos de algún modo, que tuvieron intimidad. Para el momento en que hacemos la conexión: 

soy hijo de mis padres + los hijos nacen tras tener sexo = mis padres tuvieron relaciones sexuales

…aceptaríamos cualquier teoría que involucre cigüeñas, palomas mensajeras, ríos con mucho o poco caudal, quebradas y hasta algo con la Corriente del Golfo.

No me queda demasiado claro por qué tenemos esa actitud frente a la sexualidad de nuestros papás. Creo que pasa algo similar a lo que muchos hombres piensan de cuando las mujeres van al baño a ‘hacer el número dos’. La lógica va algo así: ‘entiendo que fisiológicamente pasa, pero mi mundo estará mejor si no lo imagino’.

Ahora, yo sé que hay personas que hablan abiertamente con los papás de su sexualidad y también de la de ellos. No sé si llegará al punto de intercambiar consejos o condones, pero tampoco ese es un indicador estrictamente necesario de una buena comunicación al respecto.

Estoy seguro que es cultural

Debe haber alguna etnia, alguna tribu poco pudorosa donde los padres le explican a los hijos que el pene entra ahí. O tal vez alguna sociedad muy avanzada donde los niños de la casa puedan hablar de sexo. Pero creo que es un hecho que a nosotros, los latinos, nos avergüenza socialmente el hecho de que nuestros padres hayan tenido que tener sexo para que nosotros llegásemos al mundo.

¿Será que tiene que ver algo con la idea de que el sexo es visto como algo sucio y nos apena que nuestros padres lo hagan? No sé, pero no me suena mucho. Las teorías se me acaban para esto, si quieren comentar con su propuesta, se los agradezco mucho.

Es difícil aprender a hablar sobre un tema y normalizarlo a todavía sentirse un poco rojo cuando se habla de eso. La vergüenza es un poco como el miedo: no está mal tenerlo, está mal no saber manejarla. Y bueno, la imagen de nuestros padres poniéndose creativos en la cama no tiene por qué gustarle a todos. Ya se lo imaginaron, ¿verdad?

¿Y tú, has hablado con sus padres sobre la sexualidad de ellos? Deja tu comentario aquí o participa en el foro.

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