Lo que los hombres quieren
¿Qué tipo de mujeres resulta más atractivo para los hombres? Casi siempre, la cuestión se reduce a dos discusiones básicas.
Si lo reducimos todo hasta las últimas consecuencias, cada discusión humana se reduce a una dicotomía muy elemental.
Existe o no existe Dios. Evolucionista o creacionista. Helado de chocolate o helado de vainilla. Rafael Nadal o Róger Federer. Messi o Cristiano Ronaldo. Claro, hay un universo de opiniones entre ambos extremos.
Cuando se trata de las características físicas de una mujer que le son atractivas a los hombres, hay infinidad de respuestas. Sin embargo –como ya lo he dicho antes– creo que existen dos discusiones básicas:
Pechos o trasero. Cuerpo o cara.
Ojo, que digo físicamente. La apariencia de una mujer no es necesariamente lo fundamental, ni lo único, pero juega un rol. Siempre he tenido la teoría de que existen tres ‘niveles’ de atracción: física, química y mental.
Física queda obvio, química es esa conexión inexplicable que surge con las personas más extrañas y mental es estar o no en la misma página a nivel mental/ideológico. Puede que no estén siempre todas, pero así lo he intentado analizar. Una cita a ciegas entre una vegana y un carnicero tiene poco futuro. Ustedes me entienden.
Regresamos, a riesgo de que me señalen de cosificador, a hablar del cuerpo de la mujer. Ah, qué bonito, ¿por qué no habla del cuerpo del hombre? No es una mala idea de hecho, pero ya vendrá su momento. Hemos hablado de penes, si les interesa revisar. Pero, por ahora, a lo que vinimos.
Los datos
Las personas nos sentimos atraídas por otras personas y su cuerpo, muchas veces, tiene un peso en esa afinidad.
Existen muchos hombres –la mayoría, se puede decir– que dicen sentirse atraídos por mujeres. Podríamos concluir que el cuerpo de las mujeres tienen cierto peso en la atracción que sienten los hombres hacia ellas. Parece lógico, ¿verdad?
Entonces hay algo que desata esa atracción. Las revistas, las películas y, en general, la cultura occidental del siglo XXI han tratado (y hasta cierto punto logrado) estandarizar los gustos físicos. Tiene que tener 90/60/90 o mucho/poco/mucho o suficiente/apenas-el-mínimo/suficiente, depende de la escala y desde donde se mire.
Pero no hay logrado una victoria demoledora. Cada noche, cada día, en miles de camas, cocheras y ascensores, un batallón de hombres se asoman al cuerpo de la mujer con la alegría del descubridor y el descubierto. Y no lo hacen por las razones obvias que Hollywood ofrece, sino por un deseo arcano que no es posible cuantificar.
El rollo de la atracción de los hombres por el cuerpo femenino es complejísimo. Hay muchos estudios relacionadas con los pechos y también con el trasero. Es más, son zonas erógenas de las chicas, entonces algo está pasando allí. También un instinto primitivísimo de caderas anchas y menos probabilidad de que muera en el parto, aunque creo que los jóvenes de hoy en día prefieren evitar del todo la sala de partos.
¿Cuál cuerpo le gusta a los hombres? El que desean en ese momento.
No soy quien para decir demasiado del cuerpo de la mujer, preferiría que fuera una chica quien lo haga. Y tampoco debo o puedo hablar por todos los hombres. Es un asunto de deseo, punto. Pueden haber tipos que sean ‘de pechos‘, pero un día conocen a una chica algo plana pero que los vuelve locos y ya, zaz, ciao.
Sabemos muy poco de por qué los hombres deseamos o no el cuerpo de una mujer o el de otro hombre, ya que estamos en esto. Hay investigaciones, sí, pero hurgar al fondo del cerebro o del alma o del pene, donde están esas respuestas (si es que están) todavía no lo hemos logrado. Por qué nos gustan los ojos o los hombros, las boca o las nalgas, el abdomen o los pies, es algo que todavía desconocemos. Todavía no hemos llegado ahí. Ojalá y nunca podamos.
¿Qué es lo más importante para ti, te has enamorado de alguien que no cumple con esas características ideales? Cuéntanos en el foro de Hablemos de Sexo y Amor.
Recuerda que te compartimos diferentes puntos de vista, que no necesariamente representan nuestra postura, la decisión final la tomas tú.