
Sexualidad, mi asignatura pendiente
La educación sexual es clave para el desarrollo de un país, sin embargo, en Latinoamérica no ha sido una constante.
¿Cómo lograremos que la población joven estudie si la mitad está embarazada y la otra trabajando para sostener al hijo?
Un estudio de no mucho tiempo atrás, asegura que Costa Rica es uno de los países líderes en educación sexual. Enhorabuena digo yo, pero ¿por qué esto no siempre se percibe ni mucho menos puede extenderse a toda la región?
Comienzo con lo que veo en mi entorno. Desde 1991, el Ministerio de Educación había diseñado unas guías de educación sexual para ponerlas en práctica en los colegios. La formación tica había sido muy pobre (supongo que igual al resto del continente).
‘Éste es un pene, esta es una vagina, si se juntan vienen bebés o peor aún el SIDA. Mejor no lo hagan’. Esos nos decían, sin detalles, sin explicación. Por supuesto, la solución era buscar tutorías privadas de anatomía con compañeros y compañeras que tuvieran inquietudes similares.
No sirvió para nada. En una Encuesta Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, se encontró que antes de cumplir los 20 años, el 76% de las mujeres y 84% de hombres afirmaron que ya habían tenido relaciones sexuales. Nuestro país estaba cerrando los ojos y la Iglesia Católica boicoteaba cada intento por revivir las guías.
Pero algo ocurrió
Finalmente, luego de muchos años de lucha y luego de que los obispos publicaran su propio manual de educación sexual (tan parco como se podrán imaginar), el Ministerio de Educación publicó sus guías nuevas el año pasado.
Ahora, por fin, se habla de temas como relaciones interpersonales; cultura, poder y responsabilidad, placer como fuente de bienestar, género, identidad psicosexual, salud reproductiva y derechos humanos.
Se percibe apertura de ideas pero me temo que aún acompañada de ideas y actitudes obsoletas: ‘Mira esa niña ya tiene 12 años y ya está comprando condones ¿en qué andará?’ o ‘Mejor no les demos ideas si todavía no han empezado su vida sexual’.
Es como tratar de construir un cohete espacial con la misma tecnología que usamos para llegar a la Luna. Tenemos ya el conocimiento, pero falta voluntad. Se tiene cada vez claro qué se quiere enseñar, pero falta superar fronteras y vencer tabúes.
Porque los jóvenes sí queremos educación sexual.
Retomo la encuesta de mi país: el 92% de los adolescentes ticos de entre 15 y 19 años de edad considera que la educación sexual debe impartirse, como mínimo, desde los 13 años.
Estoy seguro que el resto de la región tiene la misma inquietud. Y soy testigo de ello desde que conocí el proyecto Hablemos de Sexo y Amor. Diariamente este sitio recibe muchas visitas quizás con demasiadas preguntas elementales en sexualidad. Temas sencillos que debieron haberse resuelto desde primaria y, si no, definitivamente en la secundaria.
Me disculpan si me puse serio, pero es un tema clave. Por cada hora que perdió mi país en hacer estas reformas, hubo más enfermedades de transmisión sexual, más embarazos no deseados y, probablemente, muchos más adolescentes confundidos, sin saber si esto que hacía con su pene estaba bien o mal, o que las mujeres también pueden lograr un orgasmo.
Enhorabuena que las políticas de educación sexual están cambiando no sólo en Costa Rica, Argentina o Brasil. Solo que falta muchos cambios, sobre todo de actitud de quienes las ponen en marcha.
¿En tu país es buena la educación sexual o, al menos, la hay? Cuéntanos en el foro de Hablemos de Sexo y Amor.
Recuerda que te compartimos diferentes puntos de vista, que no necesariamente representan nuestra postura, la decisión final la tomas tú.