Huellas de una violación
Ser agredida sexualmente te marca y no se supera fácilmente, menos sin ayuda profesional.
¿Qué secuelas podrán sufrir las mujeres violadas sexualmente o vejadas y maltratadas?
Como mujer, no imagino peor situación que la de ser agredida sexualmente. Sentir tu cuerpo violentado contra tu voluntad, en algunos casos penetrado a la fuerza.
Esta agresión física y emocional puede herirte hasta lo más profundo y cambiarte para siempre.¿Es posible volver a ser la misma después de una violación? La respuesta que se me viene a la cabeza es: difícilmente.
La violación es una forma de humillación, un método de sumisión, un arma de guerra.
Es posible que cuando las marcas físicas hayan sanado (si es que sanan), y no se produce algún embarazo o ITS; las heridas emocionales ni siquiera han empezado a supurar.
Un estudio realizado por la Universidad de Granada, entrevistó a varios alumnos para establecer una comparación entre las jóvenes que no habían recibido ningún abuso y las que habían sido víctimas en algún momento.
El resultado: menor autoestima, asertividad, ansiedad y depresión. Efectos que muestran un grave efecto en la salud mental y emocional de las víctimas.
Una sexualidad distorsionada es una de las grandes consecuencias de un abuso sexual.
He encontrado dos testimonios en el portal de la Fundación Punset. Las víctimas cuentan con desesperación cómo responden con violencia y agresión a los acercamientos sexuales de sus parejas o conquistadores.
Por supuesto, esta desconfianza en las relaciones sociales e íntimas son otra de las grandes consecuencias de un abuso.
Es así como el sexo, una de las cosas más hermosas del ser, se convierte en un calvario cuando es impuesto con violencia.
¿Y si se trata de abuso infantil?
El estudio “Secuelas emocionales en víctimas de abuso sexual en la infancia” enumera los efectos inmediatos:
- Conocimiento sexual precoz o inapropiado para su edad
- Masturbación compulsiva
- Excesiva curiosidad sexual
- Conductas exhibicionistas
- Problemas de identidad
Al crecer, los niños que han sido víctimas se convierten en adultos con fobias o aversiones sexuales; falta de satisfacción; alteraciones en la motivación; trastornos de la activación sexual y del orgasmo; y la creencia de ser valorados por los demás solo por el sexo.
Aunque pueda parecer que recuperar una sexualidad o unas relaciones sanas son un tema secundario comparado con el trauma inicial, no se les debe restar importancia.
Si me imaginara víctima, sólo pensaría en hacerme una bola en una esquina y no moverme nunca, morirme.
Sin embargo, hasta para las peores situaciones hay solución y se puede retomar una vida sexual plena
¿Cómo?
Obviamente, sería peligroso que yo tratara de contestar a esta pregunta pues sólo una terapia psicológica especial y profunda puede ayudar a la víctima a reconstruir sus vínculos afectivos y físicos.
Denuncia cualquier tipo de abuso o violencia hacia tu persona. Si tienes algún comentario o necesitas ayuda profesional, escríbenos.
