Carta de amor a mi mejor amigo
Nada como contar con apoyo en el justo momento para tener relaciones a todo dar. Así lo manifiesta un enamorado del sexo y del amor a uno de sus mejores amigos
Quizá te suene extraño que te escriba hasta ahora, después de todos estos años, después de todo lo que hemos pasado juntos, sobre todo porque al principio no nos llevábamos tan bien que digamos; ya sabes lo que dicen: del odio nace el amor...
Así pues, con todo ese cariño que hemos construido juntos a lo largo de tanto tiempo, tantos encuentros, tantas madrugadas: deseo que mis palabras te encuentren de la mejor manera posible, porque en algunos casos sí vale el más tarde que nunca.
Estoy infinitamente agradecido por todo lo que has hecho por mí, me has cuidado, has estado ahí siempre, en las buenas y en las malas (excepto aquella ocasión que te traicioné, te lo conté, ¿lo recuerdas?, no sabía lo que hacía; no sabes cómo la sufrí; qué horrible incertidumbre) Te necesito.
Te prometí no volver a hacerlo sin ti, he cumplido y lo seguiré haciendo (hasta que el cuerpo aguante.
¿Recuerdas nuestra primera vez? ¡Qué nervios! Estuve a punto de usar los dientes por la urgencia, pero me detuve a tiempo. Y qué incomodidad al principio, debo confesarte, digo: tú entenderás que no es algo a lo que estás acostumbrado, y menos tratándose de un momento de tal intimidad; de tan sólo pensarlo me pongo rojo, pero sonrío, sonrío muy contento porque al final todo salió bien, y tú lo sabes mejor que nadie, jajaja…
Y todas las veces que ha salido bien has estado ahí, aguantándolo todo (y eso que a veces es demasiado), en plena disposición de protegerme y de ayudarme a seguir de pie y firme sobre el camino que he decidido emprender en mi vida. Gracias. Gracias por ser mi fiel compañía en todas las aventuras, mi cómplice, mi seguridad, la mano del rey, mi guardaespaldas, mi incansable protección frente a lo indeseable y lo desconocido.
No existe forma en que pueda pagarte, lo sé, lo sabes, y lo mejor de todo es que en pleno conocimiento de ello: aquí estás, y sé que aquí estarás siempre que te necesite, con tu paciencia e integridad IMPENETRABLES, cualidades esenciales que me han hecho seguir recurriendo a ti; por favor nunca cambies eso, nunca dejes de ser confiable.
Sé que tengo muchas otras posibilidades para cuidarme y para cuidar a mi pareja, pero confío en ti, confío en ti para no echar un volado y dejar que nada cambie las circunstancias en la vida que he decidido llevar y disfrutar. Gracias por dejarme disfrutar de uno de los más grandes placeres en la vida y sentirme seguro mientras lo hago, gracias, condón, fiel amigo mío. 😉
El Cassanova