Mis deseos de año nuevo

¡Cómo me gustan las nuevas oportunidades!

Es realmente el mejor momento del año para plantearte objetivos inalcanzables que sabes que no vas a cumplir. Sinceramente, es un hábito que practico diariamente… cada mañana me levanto segura de que voy a terminar todo el trabajo atrasado, voy a hacer deporte, voy a leer todos los periódicos, voy a cuidar mi piel como debo, a cepillarme los dientes cuatro veces al día y a aprender chino mandarín. Claro, cada noche me duermo completamente decepcionada y pensando ‘mañana, querida editora, te mandaré todos los artículos que te debo’. Y así todo un año.

Ahora, nada se puede comparar con los de año nuevo: puedes crearte expectativas para 365 días, puedes hacer tantos planes como quieras, de diferentes colores, a diferentes precios, en diferentes países o continentes. Y, lo mejor, como tienes todo un año para no cumplirlos, al final ni te acuerdas de cuáles eran tus propósitos y no te da vergüenza alguna no haberlos cumplido.

Pero este año no, porque me he propuesto ser un poco más realista y plantearme cosas que de verdad puedan suceder. Aquí están mis deseos sexuales para los siguientes doce meses:

Tener más sexo que el año que termina. Voy a ser sincera, este año ha estado flojo, de calidad bien, pero en cantidad, mejorable. Pongámoslo así: ha sido como comer una tarta de chocolate en París, muy rica, pero para llegar hasta ahí he tenido que comprar billetes, preparar maletas, buscar hotel, aprender francés y recorrer media ciudad… mucho trabajo. No, estaría bien algo más cotidiano, fácil, asequible. El equivalente al helado delicioso que comes mientras ves pelis en pijama un fin de semana en casa.

Hacer más ejercicios de Kegel. No entiendo por qué la salud de mis genitales no debería estar entre mis deseos de año nuevo. El mundo sería un lugar mejor si todos cuidáramos más de nuestros genitales.

Comprar más preservativos. Y nada de esperar a que mi pareja sexual compre los condones, por favor… ¿Saben lo que no quiero? Ni embarazos no deseados ni infecciones de transmisión sexual. Gracias.

Bueno, y un poco más de amor. No para mí ¡para el mundo! Sí, más amor y menos violencia. Lo que me lleva al último, pero no menos importante, deseo de Año Nuevo. Sí, éste y el siguiente son deseos, que no necesariamente dependen de mí, como los propósitos.

No más violaciones en el mundo. Honestamente, no entiendo por qué tiene que ser una utopía: ¿cuán difícil es no hacer algo? O sea, no estoy pidiendo la luna, sólo que en vez de forzar a una mujer a mantener relaciones sexuales, te eches una siesta.

Los Propósitos de Año Nuevo están para plantearnos todo lo que nos gustaría cambiar para ser mejores que el año anterior y, desde luego, la eliminación de la violencia contra la mujer debería ser el propósito número 1 de la humanidad. Así que, lo dicho, feliz año nuevo y condones gratis para todos.