¿Cuándo te diste cuenta de que eras trans?
La doctora Rinna Riesenfeld relata que comenzó a hacer un trabajo de investigación con una pregunta que parecía muy sencilla…
Al tratar de contestar la pregunta ‘¿Cuándo te diste cuenta de que eras trans?’ surgieron historias y reflexiones muy profundas e interesantes que demuestran que ‘descubrirse trans es un momento crucial que no siempre es obvio’.
La pregunta no se refería a sentirse hombre, sino al momento en que te das cuenta de que tu cuerpo no coincide con lo que sientes.
La mayoría se dan cuenta en la adolescencia porque se remarcan las características femeninas. A continuación Rinna nos narra las historias más relevantes.
La historia de J
Pensé que todas las lesbianas odiaban su cuerpo y el día que vi que mi novia andaba felizmente viéndose en el espejo le pregunté si le gustaba su cuerpo. Ella contestó que sí, que ¡le encantaba!
Me dije a mí misma: ‘creo que yo no soy de este grupo porque a mí no me gusta el mío‘. Entonces no era una lesbiana masculina, algo más estaba sucediendo.
Cuando a la gente no le gusta su cuerpo, algo pasa que no lo ve.
La historia de M
M era una persona con cuerpo de mujer, muy ‘masculina’ campeona de karate, musculosa, gran jugadora de fútbol y que creció con muchos hombres, un día uno de sus compañeros de futbol le dijo:
- No puedes pertenecer al equipo porque es el equipo de hombres
- ¿Y eso qué? Soy hombre
- ¿Cuál hombre? ¿Dónde está tu pene?
Fue la primera vez que M relacionó el ser hombre con el cuerpo.
‘Yo pensé ser hombre porque me sentía hombre y porque calificaba perfecto haciendo todo lo que hacían los hombres. Hasta ese momento pensé ¿Por qué tiene que haber un pene? Ese día me di cuenta que era un hombre trans’.
La historia de G
G creció en un ambiente de 4 mujeres y él. Cuando su hermana mayor menstruó, su mamé le dijo ‘ya eres una señorita’.
G pensó que cuando la gente crece y se hace adulta se convierte en lo que es. Y estaba tranquilísimo porque como él es hombre iba a ser hombre. G comparte ‘El día que menstrué y escuché las palabras “ya eres una señorita” dirigidas a mí, entré en una depresión horrible, pensé ‘algo salió mal, mi cuerpo no esta caminando conmigo’.
Las mujeres trans lo descubren a edades más jóvenes
La cultura del mundo hostiga todo lo femenino, cualquier niño aunque sea amanerado le empiezan a recalcar, pero al revés no.
Puede haber niñas muy masculinas y no van a ser reprendidas hasta la adolescencia. Una niña (no trans) puede jugar fútbol pero cuando le baja se acabo el evento.
La historia de T
T estaba tan afirmado en ser hombre que le tiró la onda a una chica en la secundaria y ella respondió:
- Me caes muy bien pero yo no soy lesbiana
- Yo tampoco
- A mí me gustan los hombres
- ¡Yo soy hombre!
- ¿Cómo hombre? ¡Ve el cuerpo que tienes!
T no lo había visto, pero ese día se observó frente al espejo llorando durante tres horas. Cayó en una depresión, se salió de la secundaria de la vergüenza y vivió un proceso terrible.
O hizo una fiesta enorme para celebrar su cumpleaños 25. Sin embargo ese día se quiso suicidar pues se dio cuenta de que ‘nadie sabe quién soy, todo el mundo le aplaude a mi femenino y ‘yo no soy esa persona’.
Ser trans no es una cuestión corporal, es una cuestión de existencia y de vivencia.
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