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Soy una persona con discapacidad visual y así vivo mi sexualidad

By Nancy Martínez García on 8 diciembre, 201823 marzo, 2023

Hablar de sexualidad y discapacidad puede sonar discordante para muchos. Pero no hay nada más equivocado que esto. ¡La sexualidad es un derecho universal!

Fuente | Nancy Martínez, columnista sexperta, apasionada de la escritura y el chocolate. Maestrante en Consejería y Educación de la Sexualidad.

Platicar con Maribel es una maravilla. Uno puede conversar con ella por horas sin medir el tiempo. Así que aquí con gusto les comparto sus experiencias.

Desde pequeña, ella estaba ávida de conocer el mundo. Su curiosidad jamás se ha visto mermada por nada. Claro, una cosa es que uno sea infinitamente curioso y otra, muy diferente, es que nadie te motive a serlo. Como les sucede a muchas personas…

Pero ese no fue el caso de Maribel. Su mamá fomentó en ella el deseo de aprender y de comprender todo lo que le rodeaba. Nuevos sabores, olores, estructuras, aprendizajes. Todo. Vamos, ella aprendió muy bien a comerse al mundo en un bocado.

Maribel Ortega Álvarez es presidenta de Ave de México, una asociación creada en 1988 con la misión de promover una sexualidad segura y protegida así como la salud sexual mediante el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos. Maribel tiene ceguera y, ¿Saben qué? Esto jamás la ha detenido para cumplir con su misión.

Pero, ¿cómo es tener una discapacidad visual y vivir una sexualidad plena?

Todo lo he descubierto a partir de los sentidos que tengo: oído, tacto, gusto, olfato.

Mi mamá siempre me mostró el mundo a partir de ellos. Así fue con la sexualidad. De pequeña comencé a escuchar conversaciones que decían: ‘ellos son novios, quieren estar solos’. Era algo misterioso. Me llamaba mucho la atención que dijeran: ‘se acostó con equis’. Con lo que oía lograba captar que había un halo de misterio”.

Ella también descubrió su cuerpo poco a poco. “En una ocasión, le pregunté a mi mamá por qué tenía boluditos los dedos de los pies. También le pregunté por mi vulva y ella me explicó con esquemas que tenían relieves cómo eran los genitales femeninos y me explicó todo sobre la menstruación.

Yo siempre preguntaba por todo. Nací en una familia que favoreció mi inclusión en la sociedad: yo asistía a fiestas, a parques, me relacionaba con gente de mi edad; nada me detenía. Mi primer enamoramiento lo viví como todas las demás  personas: con emoción, con nervios, ¡Con ganas de correr cuando llegaba esa persona! Como toda adolescente, se lo conté a una amiga y platicábamos al respecto. ¡Fue muy lindo!”.

En la secundaria, un profesor reflexionó con ella y su grupo sobre diferentes conceptos relacionados con la sexualidad: qué eran los anticonceptivos, qué es el amor.

Además, ella escuchaba el programa de radio dirigido a adolescentes de Paty Kelly, una locutora mexicana que hablaba sobre sexualidad. Ella buscaba informarse al respecto y todo esto la hizo interesarse cada vez más en el tema.

Pero no todo es miel sobre hojuelas. El caso de Maribel lamentablemente no se repite en todas las familias que conviven con una persona con discapacidad. Muchas de ellas han enfrentado situaciones de discriminación, negación de derechos sexuales y reproductivos. ¡A muchas familias se les recomienda que esterilicen a quienes tienen discapacidad! Esto es una situación preocupante.

En el mundo existen, aproximadamente 1,300 millones de personas con alguna deficiencia visual, según reportó la Organización Mundial de la Salud en octubre de 2018.

Asimismo, en 2017, el Atlas de la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera (IAPB, por sus siglas en inglés) reveló que en México hay 2 millones 237 mil 626 personas con algún tipo de deficiencia visual y más de 415 mil 800 con ceguera.

Específicamente, el Centro Mexicano de Salud Visual Preventiva (CMSVP) destacó que entre los principales problemas de salud visual que afectan a los mexicanos están: catarata, retinopatía diabética, degeneración macular relacionada con la edad, glaucoma, retinopatía del prematuro y errores refractivos.

O sea, ¿Se imaginan que a todas esas personas se les quiera violentar sus derechos más fundamentales?

Maribel nos platicó que hay todo un camino por recorrer en la construcción de una sociedad incluyente, donde no se victimice a las personas con discapacidad, en donde no se les considere incapaces de valerse por sí mismos, ¡Donde no se les considere como seres asexuados!

En su amplia experiencia al frente de Ave de México, nos contó que ha conocido a mujeres que se sienten intimidadas porque algún familiar las quiere acompañar en sus citas al ginecólogo o porque no saben cómo colocar un condón. “Nadie les ha enseñado y la falta de información es un obstáculo para su desarrollo”.

Pero, ¿cómo trabajar en ello y cambiar paradigmas?

“Es un trabajo constante de sensibilización. Es necesario buscar alternativas que no violenten sus derechos, que les permitan: recibir información y educación integral de la sexualidad para prevenir el abuso, violación o acoso; explorar libremente su cuerpo y descubrir sus posibilidades de placer sexual; mantener relaciones sexuales de forma segura y protegida, establecer vínculos amorosos, elegir su estado civil y si quieren tener hijos o no”.

Maribel trabaja a diario para informar y educar en la sexualidad. Ella tuvo la fortuna de crecer en una familia incluyente que le permitió desarrollarse en todos los ámbitos, pero sabe que esto no es una realidad para muchas personas.

Por ello, tiene muy claro que su labor es muy importante para que las personas con discapacidad puedan desarrollarse plenamente y vivir una sexualidad integral. En Ave de México cuentan con material didáctico accesible sobre órganos sexuales y metodología para la educación sexual integral de población con discapacidad visual.

¿Conoces a alguien con discapacidad visual? ¿Qué dudas te ha compartido sobre el ejercicio de su sexualidad? Compártenoslas a través del Foro de Hablemos de Sexo y Amor. ¡Queremos leerte!