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Los Cinco Datos Básicos de las Zonas Erógenas

Las zonas erógenas sirven como pasajes hacia nuevas dimensiones de placer. Si lo tuyo es centrarte en los labios, senos y genitales cuando llega el momento del ‘sin distancia’, es hora de explorar el resto del cuerpo.

  1. ¿Qué es una zona erógena?

    Son las partes de tu cuerpo que te hacen excitarte cuando son estimuladas. Las zonas más obvias son los genitales pero hay áreas sensibles por todo el cuerpo.

    De hecho, si se estimula lo suficiente, el cuerpo entero, con sus millones de terminaciones nerviosas, puede ser una gran zona erógena.

    Aunque las zonas erógenas puedan ser un poco distintas en cada persona, en general, son las mismas para hombres y mujeres. Estimular dichas zonas no solo produce placer sexual, también detona la excitación.

  2. Están por todo el cuerpo

    Las zonas erógenas más obvias son aquellas que rodean el pene y la vulva, la boca (incluyendo labios y lengua), las nalgas, los senos/pezones, los lóbulos de las orejas, los hombros, el cuello y el ombligo.

    Otras áreas sensibles son los párpados, axilas, escroto, superficie interna de las caderas, parte interna de muslos, comisuras de los codos, tras las rodillas, etc.

    A mucha gente le excita que le soben las manos o pies, en especial entre los dedos. También muchos, hombres y mujeres, se excitan cuando les estimulan el ano. También hay zonas erógenas debajo de la piel, como en el recto o el “Punto G”. Date el espacio para explorar cuáles son tus zonas sensibles al tacto.

  3. Cada cuerpo es diferente

    Piensa que las zonas erógenas son como un mapa corporal. Cada persona es un nuevo territorio, y para descubrirlo correctamente hay que explorarlo.

    Puedes enloquecer a una mujer lamiéndole los pezones, y tal vez otra ni se excite. Un hombre se puede calentar si estimulas su ano, y a otro le pude dar asco.

    Depende del individuo, lo que funciona en una persona, puede no tener efecto en otra. También hay algunas diferencias entre lo que funciona en un hombre y en una mujer. Para avivar tu vida sexual, date un tiempo para conocer tus zonas erógenas y las de tu pareja.

    Dato para la vida: Ten en mente que lo que excita a tu pareja podría cambiar de un encuentro a otro. Así que nunca habrá un guión prestablecido

  4. Toca y siente

    La comunicación es básica si tú y tu pareja quieren dominar cuáles son sus zonas erógenas. Exploren sus cuerpos por completo y no teman intentar algo nuevo.

    Traten con diferentes tipos de caricias para descubrir la sensibilidad de sus zonas erógenas. Un ligero toque con los dedos puede ser suficiente en un área, mientras que en otras tal vez debas rascar, pellizcar o sobar fuerte para activarlas. Pero descubrirlo requiere de paciencia y mucha atención a las reacciones de tu pareja.


    Después de descubrir las zonas más erógenas de cada uno, pueden ir más allá y crear sus propias zonas secundarias, áreas del cuerpo que se asocian con estimulación sexual. Por ejemplo, supón que tu pareja acaricia el interior de tus muslos después de tu orgasmo. Esto crea una asociación directa entre la parte interior de tus muslos y tu orgasmo, volviendo el área una zona erógena secundaria que te excita cuando es estimulada.

  5. Mira, ¡sin manos!

    Con toda esta conversa de caricias y estimulación, no olvides que puedes usar múltiples instrumentos para estimular las zonas erógenas. Algunas áreas se vuelven zonas erógenas solo por usar algún truco.

    Por ejemplo, tocar los párpados de alguien tal vez no sea excitante, pero tocarlos con tus labios mojados podría hacer maravillas. Podrías iniciar con la boca y ver qué efecto puede causar en el otro, usando los labios, la lengua, el aliento, o mordiendo suavemente con los dientes. Morder, rascar o dar manotazos también podría revivir alguna zona que normalmente está dormida.


    También inviten a otras partes del cuerpo a la fiesta. Para los chicos, acariciar con tu pene ciertas partes, tal vez la excite como nada más podría. Y chicas: traten de acariciarlo usando sus senos o pezones, o con el cabello pasándolo por áreas sensible de su cuerpo. O usen juguetes sexuales, vibradores, mascadas/pañuelos de seda, plumas, lubricantes o cubitos de hielo durante el encuentro.

    El punto es ser creativos y explorar, y recuerda que todo el cuerpo podría ser una zona erógena

¿Ya conoces tus zonas erógenas? ¿Tienes más datos acerca de las zonas erógenas? Deja tu comentario aquí debajo o en Facebook.

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Recent Comments (4)

  1. 100% por el cuello, los
    100% por el cuello, los lóbulos de las orejas y las palmas de las manos!!! Son un buen comienzo, pues las hacen estremecer!!!

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