Pies con calcetines coloridos y sandalias. — shutterstock.com/es

Sobre mata pasiones y otros enemigos del sexo

By Diego Arguedas Ortiz on 30 enero, 201417 febrero, 2022

Aunque la protección de nuestra salud sexual debiera ser lo que más nos preocupe, los seres humanos dedicamos hoy mayor tiempo a la búsqueda del placer.

Que los afrodisíacos sean un invento milenario, pero que el condón que conocemos llegara recién con el siglo XX es un indicio evidente de nuestra naturaleza libidinosa.

Bueno, puede que el condón se haya inventado antes y también otros anticonceptivos milenarios, pero algo es indudable: los seres humanos dedicamos hoy en día más horas buscando cómo hacer que la contraparte se sienta lujuriosa (ganosa, mi hermano, ga-no-sa) que en preocuparnos de cómo prevenir embarazos indeseados o infecciones transmisión sexual.

Alimentos Anti-afrodisíacos

Si partimos de la idea que los afrodisiacos son sustancias que de alguna manera excitan o erotizan el cerebro y los hacen más sensibles a toda estimulación erótica (desde mariscos y fresas hasta chocolates), siento yo que hay un vacío de conocimiento en lo que respecta a los opuestos.

¿Qué son los anti-afrodisíacos? Podemos deducir que son aquellas cosas que consumimos y hacemos durante el día y nos arrepentimos de noche.

Pero intentemos identificarlos. Encontré algunos por ahí que se mencionan en internet con frecuencia. Los lectores de Hablemos de Sexo y Amor también nos han sugerido varios y yo los comparto por acá, sin ningún afán de precisión científica. Unos hablan de leche y queso, granos y cereales, grasas, mentas, alimentos procesados y hamburguesas, gin tónico y café.

Las razones: que cambian el sabor de tus fluidos, que generan flatulencia e hinchazón, que te cortan la circulación de sangre o que desequilibran tus hormonas. A mí particularmente me resulta extraño en algunos casos porque el café, por ejemplo, está sumamente relacionado con el sexo, pero de buenas a primeras no juzgo: cada cuerpo a su manera.

Ahora, no solo encontramos afrodisíacos en las comidas. También los encontramos en una ropa interior sexy, unos músculos recién tonificados, un nuevo corte de pelo y otras situaciones o circunstancias que puedan favorecer nuestra líbido. Lo mismo pasa al revés, los anti-afrodisiacos están en todo.

Mata pasiones

Galardón de oro a las medias (calcetas o calcetines), en serio, por favor, deje las medias en casa o, al menos, sáquelas de la cama o el área de sexo preferida. Salvo que les tenga un uso bien creativo y entonces pase a la sección de comentarios, si es tan amable.

Otras cosas que ahuyentan la pasión son la pésima higiene, gritar el nombre de la ex-novia o que suene la puerta y sea la mamá de tu pareja… No les digo no hagan esto en casa, sino sepan cuándo hacerlo ahí.

Y así podríamos seguir esta lista de los grandes infames del sexo. No hay que dejar de lado el alcohol en cantidad, si bien unas copitas sirven para mover la máquina, muchas pueden fundirla. Pero igual, de todo hay en la viña del señor y muchos casos reportan lo contrario, habrá que ver. Comer demasiado, claramente, tampoco ayuda al sexo, como a ninguna otra actividad física.

Sin embargo, si de algo podemos estar seguros, es que el peor archienemigo del sexo es la falta de ganas pura y dura, conocida como el ‘no me gusta’ y que nada puede vencer. Éste, en mi criterio, es solo levemente superado por el ajo, que si tal vez no le quite las ganas a uno, le eliminará toda posibilidad de terminar bien la noche.