¿La homosexualidad está en los genes?
¿Uno nace con determinada orientación sexual o la adquiere con el tiempo? Muchas personas nos hacemos esa pregunta cuando observamos que alrededor ya existen distintos gustos y parejas.
Fuente | Verónica Maza Bustamante (La doctora Verótika) periodista, educadora sexual, escritora, conferencista, promotora de los DDHH, melómana, exploradora de temas tabú
Desde los años noventa l@s científic@s han buscado en los genes ciertas cuestiones relacionadas con la orientación sexual. Han dicho que es más común en la línea materna: los alelos —grupos de genes XX y XY que a veces codifican la homosexualidad— pueden verse reflejados en el gusto de la persona al momento de elegir pareja. Por ejemplo, que confieran una característica psicológica por la cual los hombres heterosexuales son más atractivos para las mujeres o viceversa.
Con las pruebas en la mano
Para Qazi Rahman, coautor del libro Born Gay. The Psychobiology of Sex Orientation, de vez en cuando un integrante de una familia recibe una dosis mayor de alelos que afecta su orientación sexual, pero conserva una ventaja reproductiva.
Esto responde a la paradoja de cómo puede la homosexualidad masculina persistir en el tiempo evolutivo si los individuos que llevan los genes asociados no suelen reproducirse.
El investigador Paul Vasey ha creado una teoría llamada “selección de parentesco” o hipótesis del “colaborador en el nido”: “La idea es que los gays compensan su falta de hijos promoviendo la capacidad reproductiva de sus hermanos, contribuyendo con dinero o actuando como tíos. Algo de su código genético se comparte con sus sobrinos y, según la teoría, los genes siguen su marcha”, menciona un artículo de la BBC (British Broadcasting Corporation).
En Estados Unidos, alrededor de 37 % de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales tienen un/a hij@, de los cuales, 60% son biológicos. “Estas cifras pueden no ser lo suficientemente altas como para sostener características genéticas específicas a este grupo, pero el biólogo evolutivo Jeremy Yoder indica que en gran parte de la historia moderna los gays no han vivido abiertamente como gays.
Obligados por la sociedad a casarse y tener hij@s, sus tasas de reproducción pueden haber sido más altas que ahora”.
En cuanto a la bisexualidad, el antropólogo RC Kirkpatrick sugiere que podría estar vinculada a mejores tasas de supervivencia, pues así, en la antigüedad se podían establecer relaciones de diversos tipos, garantizando alianzas y ventajas para las familias (por ejemplo, hombres homosexuales que se casaban con mujeres con tal de preservar una herencia). Esto implicaba que la gente era capaz de vivir más tiempo, tener hijos y poder mantenerlos.
Las investigaciones sobre la orientación lésbica se enfocan en los niveles de testosterona que recibe el embrión femenino durante el embarazo. Si son más elevados de la media, podría existir cierta tendencia a la homosexualidad.
No es cuestión de antojo
Sin embargo, los mism@s científic@s lo saben, como dice la BBC: “La capacidad de heredar la homosexualidad es similar al divorcio, pero los investigadores de ciencias sociales no han buscado ‘genes del divorcio’. Más bien se han concentrado en personalidad y rasgos temperamentales hereditarios que podrían influir en la probabilidad de divorciarse”.
Y así como hay ciertas características en los genes de las personas homosexuales, los heterosexuales también tienen las suyas.
Con todo esto la ciencia nos ayuda a entender que la homosexualidad no es un simple capricho ni un antojo. Que ser bisexual no es una moda ni ser asexual es una excentricidad. Hay cosas en nuestro ser que tienen que ver con nuestra educación, nuestro sentir, algo profundo dentro de nosotr@s que está relacionado, también, con nuestros genes.
¿Naces o te haces transexual? Escríbenos tus dudas o comentarios en el Foro de Hablemos de Sexo y Amor. No se te olvide seguirnos en nuestro perfil de twitter.
