Personajes de ficción: activistas LGBT

By Mara Landa on 5 febrero, 201625 agosto, 2022

¿Qué pasaría si Superman fuera gay? #Spoileralert. Absolutamente nada. Como mucho, una sociedad más justa e inclusiva, pero aparte de eso…

No hay duda de que la televisión es una poderosa forma de alcanzar una gran audiencia ya que no solo somos lo que comemos, sino también “lo que vemos”. Los personajes LGBT se están haciendo espacio muy poco a poco en la industria televisiva y cinematográfica desde los años 90 y estas representaciones ayudan a la comunidad heterosexual a entender y sentirse más cómodos con la comunidad homo, bisexual y transexual. Ayudan a la audiencia LGBT a sentirse representados y “humanizan” a un grupo con el que muchos evitan relacionarse.

Además, hace más difícil la discriminación. Pero ¿cómo?.

Acercar a una comunidad desconocida.

La inclusión de personajes homosexuales, bisexuales y transexuales han ayudado sobre todo a disminuir la estigmatización y los prejuicios sociales.

Quién niega que la sociedad se vuelve poco a poco más inclusiva, pero hace unas décadas el aislamiento y la reclusión de la comunidad LGBT era una realidad. Por tanto, el desconocimiento era total y, en algunos casos, lo sigue siendo. Para muchos, la mayoría de mensajes que reciben sobre la orientación sexual viene de los medios. Ver series como Glee, Modern Family u “Orange is the new black” te acercan de una manera distendida y simpática a una sexualidad que no conocías. Gracias a que aparecen en nuestras pantallas, la sociedad está interiorizando la diversidad y se vuelve – lo que ha debido ser siempre – natural.

Tanto activistas como expertos corroboran que la representación de personajes LGBT ha jugado un papel muy importante en que uno acepte y entienda mejor a su vecino gay, lesbiana o transexual.

(Algo que ha ocurrido también con otras minorías o los derechos de la mujer).

Modelos a seguir.

Por otro lado, ha ayudado a miembros jóvenes de la comunidad a no sentirse alienados o solos en su sexualidad. La necesidad de tener ejemplos a los que seguir en los productos culturales que consumimos es obvia. Y no encontrar en ellos una representación de ti mismo da sensación de aislamiento y reclusión.

Especialmente para la audiencia más joven, qué no solo moldea su sexualidad, sino su personalidad en conjunto. Es una gran ayuda ver cómo las mismas dudas y problemas por los que uno pasa en la adolescencia, también afectan a otra persona; y, sobre todo, cómo este personaje lo soluciona y supera estos obstáculos. Hace que los miembros más jóvenes de la comunidad no se sientan solos y tengan algo en lo que reflejarse.

Un momento, pero sin estereotipos.

Sin embargo, una mala representación puede llevar a estereotipos y diversos prejuicios. ¿Es suficiente un secundario que haga chistes y se vista con colores chillones? No.

Aunque en los años 90 empezaron a aparecer los primeros personajes homosexuales, la comunidad denunció que estos casi siempre se relacionaban con la infección del VIH y su historia terminaba en muerte. Enviando un mensaje nefasto, obviamente. Otro ejemplo es la estigmatización de personajes bisexuales a menudo perfilados como promiscuos y, en el caso de las mujeres bi, hechos específicamente para excitar al público masculino.

La recién estrenada Carol (película de Cate Blanchett y Rooney Mara) ha destacado entre muchas cintas con temática LGBT por ser una de las primeras películas hollywoodienses de alcance tan masivo en dar un final feliz a sus protagonistas lesbianas. Un detalle que hace ver que, ni de lejos, la representación es suficiente o buena.

Ya tenemos personajes gay, ¿y ahora?

Cada vez es mayor la presión a las cadenas y productoras por incluir más y mejores personajes LGBT porque se ha demostrado su efecto positivo en la sociedad. Cuantas más representaciones en la ficción más se normaliza la comunidad LGBT y deja de parecer como “algo nuevo”, “una moda” o “algo que destacar de una película”.

Quizás el siguiente paso sería el incluir a personajes homosexuales sin hacer tanta incidencia en su sexualidad. ¿Por qué un superhéroe no puede salvar el mundo sin que todo el mundo le recuerde, destaque o cuestione su sexualidad?