¿Si hay sexo no hay goles?
Entrenar mucho, alimentación balanceada y una condición ‘extra-deportiva’ para los jugadores de fútbol: nada de sexo antes de los partidos.
‘Si quieren disfrutar la cama, será después de la cancha’, han dicho algunos entrenadores o directores técnicos a sus jugadores.
El entrenador de la selección de Inglaterra les dio un día de gracia a sus jugadores, durante el Mundial de 2010, para compartir con sus novias y esposas después de cada encuentro y hasta ahí. Los argentinos fueron un poco más abiertos: sexo con alegría, pero con sus parejas. De Brasil, no se conoce que hayan puesto reglas.
El debate de la influencia que tenga la abstinencia sexual en el desempeño deportivo es amplio. Controvertido. Polémico. Un poco idiota, también. Yo, personalmente, no me imagino a Maradona siendo un casto borreguito antes de cada partido, acostado en su cama y diciéndole a su novia del momento: ‘ya déjame, que no quiero coger. Mañana juego’.
Otra cuña: Ronaldihno le dijo a Playboy Brasil que algunas veces tuvo relaciones sexuales justo antes de saltar a la cancha. Eso en su época dorada con el Barcelona, cuando le caían premios y goles por igual.
Entonces estamos nosotros, los futbolistas del cartón, los entusiastas del zacate mal cortado y las barrigas cerveceras y no sabemos qué hacer. Si los talentos del fútbol abren los paquetes de condones en vísperas del partido, pero el entrenador dice que no es sano, ¿a quién le hacemos caso?
Por suerte, los académicos tienen respuestas.
Veamos. El científico estadounidense Tommy Boone publicó un estudio en 1995 en que hombres que recién habían tenido sexo lograron un desempeño similar corriendo sobre una banda eléctrica que quienes no lo habían hecho. Otros estudio suizo hecho en el 2000 documenta el mismo fenómeno.
De hecho, tanto se ha investigado el tema que la triatlonista Samantha McGlone y el académico Ian Shrier hicieron una compilación de resultados. Después de analizar muchos estudios, concluyeron que no hay evidencia fisiológica de que el sexo realmente altere algo. Es, como casi todo, muy personal.
Si estás nervioso la noche antes y el sexo te ayuda, adelante. Si estás tranquilo y no sientes ganas de nada, pues bien. ‘¿Y si pierdo mucha energía?’ Seamos serios, el coito promedio dura menos de cinco minutos. Si un deportista no puede soportar un partido completo por eso, que considere matricular Bibliotecología el siguiente semestre académico.
¿De dónde viene esta idea? El génesis puede ser uno: eliminar esas conductas que están relacionadas con el sexo y son realmente poco positivas. A nadie le hace daño una revolcada, pero si te vas de fiesta, te emborrachas y terminas con una muchacha desconocida hasta las 4 am, probablemente, no te vaya tan bien. A eso apuntaban los argentinos y eso señalan todos los especialistas:
El peligro no es el sexo, es el desgaste de algunas actividades asociadas. Entonces se vale con la novia o la esposa, pero no con una extraña.
A menos que alguno logre convencer a una chica desconocida a tener sexo ocasional a media tarde la víspera del partido. Entonces todo bien.
¿Te has sentido muy cansado/a o diferente tras una noche de pasión? ¿Tanto que no puedas con la escuela o el trabajo? Cuéntanos en el foro de Hablemos de Sexo y Amor cuál ha sido tu experiencia.
Recuerda que te compartimos diferentes puntos de vista, que no necesariamente representan nuestra postura, la decisión final la tomas tú.