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¿Hacerte un piercing en tus genitales?

¿Te preguntas por qué algunas personas tienen perforaciones en sus zonas íntimas? ¿Llevas alguna sin que nadie lo sepa?

Cada vez son más quienes optan por adornar su cuerpo con aros, no sólo en narices, cejas, orejas y labios, sino también en los pezones, la lengua e incluso en las zonas más ocultas.

‘Es una opción personal muy respetable, pero no es válida para toda la gente, como es natural. Cada persona reacciona de una forma u otra a la colocación de un piercing en sus partes íntimas’, sostiene Donis Muñoz, médico especialista en dermatología de Valencia, quien explica que, en estos casos, la función meramente estética de los piercings se amplía para el disfrute físico.

La ventaja principal es un aumento de la sensibilidad en la zona, de la excitación, una mejora en sus relaciones sexuales y del placer tanto para uno mismo como para la pareja, indica Muñoz, sin embargo, para otras personas puede ser un verdadero suplicio, comenta.


Fácil sangrado

‘El inconveniente más importante que tienen los genitales a la hora de practicar un piercing es que son zonas muy ricas en sangre, muy vascularizadas; con lo cual un sangrado, ya sea en el acto operatorio, cuando se aplica, o en los días posteriores hasta conseguir una cicatrización total, no son menores y hay que tener esto presente’, expone el Dr. Muñoz.

Si bien estos riesgos no ponen en peligro la vida del portador de piercing, ‘la sangre alarma mucho y ciertamente es de las zonas donde más problemas puede presentar’,  explica Muñoz.

Por ello son tan importantes los cuidados posteriores a la colocación hasta conseguir una cicatrización total. Sobre todo en el varón y cuando el anillado está cerca del frenillo, es cuando se presenta con mayor frecuencia el problema del sangrado.

Pros y contras del uso del piercing

El significado de los piercings genitales ha variado a lo largo de la historia. El Dr. Donis Muñoz nos explica cómo muchas órdenes religiosas lo utilizaban como sistema de castigo y penitencia aunque, actualmente, su uso es muy diferente.

Hay muchos tipos de piercings genitales en función del lugar de perforación y cada uno produce sensaciones diferentes en uno mismo y también en la pareja.

Colocarse un piercing genital tiene aspectos positivos y riesgos, pero, sobre todo, uno debe ser consciente de que tras la colocación se requieren muchos cuidados y atención. Las complicaciones son las mismas que en cualquier otra perforación corporal: sangrado, infección y desgarro.

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El doctor Muñoz enfatiza que ‘la infección se puede dar porque no se haya practicado correctamente o bien porque se haya practicado en un establecimiento que no reunía las condiciones ni el personal sanitario necesario. Puede suceder también que la manipulación que posteriormente el sujeto ha practicado con su piercing, de no llevar un cuidado y unas curas, provoque una infección secundaria’.

Alergias a piercings de titanio

Otra complicación es la alergia al material que compone el aro. Sobre esto Muñoz destaca que el material que cada vez más se utiliza es el titanio y es recomendable por diversas razones: tiene varios colores, pesa poco, es muy manejable y no provoca reacciones alérgicas.

En caso de alergias ‘lo que se aprecia es un picor en la zona que provoca inflamación y una pequeña exudación. Otras veces, la zona se vuelve más caliente al tacto, más inflamada y lógicamente en estos casos hay que consultar con un médico que dé el tratamiento adecuado’.

‘Pero hay una complicación que sucede con más frecuencia: el desgarro, sobre todo en zonas de roce como son los genitales’, continúa Muñoz. Esta complicación no termina una vez cicatrizada la perforación, como puede ocurrir con las anteriores; sino que existen gestos y posiciones en las relaciones sexuales que pueden producir un desgarro accidental.

¿Qué cuidados tener?

La primera precaución es, por supuesto, hacerlo en un establecimiento que cumpla las garantías sanitarias mínimas. Esto varía según cada país, región o ciudad.

En general, indica el doctor Muñoz, es recomendable acudir a establecimientos especializados u hospitales; es importante informarse sobre los lugares y los especialistas y buscar la persona adecuada que nos oriente. Hay que hacer lo imposible para que las cosas funcionen y si a pesar de ello hay algún problema siempre es mucho más fácil de solucionar.

Una vez superado el proceso de perforación, la gran responsabilidad radica en los propios cuidados.

El doctor Donis Muñoz comenta qué trato debemos dar al piercing: ‘Los cuidados inmediatos son conseguir que el piercing quede perfectamente instalado, que el orificio por el cual se ancla en la piel haya cicatrizado totalmente y hasta que eso ocurra, que se trata muchas veces de unas pocas semanas, pues hay peligro de infección’.



¿Te animarías a ponerte un piercing? ¿En qué lugar? Comenta tu respuesta en el Foro de Hablemos de Sexo y Amor.

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