Ni toallas sanitarias, ni tampones... una copa menstrual
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Ni toallas sanitarias, ni tampones… una copa menstrual

La copa menstrual es una alternativa a compresas/toallas y tampones como método de recogida del flujo menstrual.

Hay días y pequeñas acciones que te hacen sentir más mujer, más libre, – como si corrieras por un campo de trigo al amanecer -. Ponerte sandalias el primer día de primavera o darte crema hidratante. Yo he dado un paso más: utilizo la copa menstrual. Y mi nivel de estrógenos se ha triplicado.

La “mooncup” es una alternativa a compresas y tampones como método de recogida del flujo menstrual. Y no, no es solo apta para mujeres que bailan desnudas bajo la luna llena, que fue lo primero que pensé.

 

Es una pequeña copa con forma de campana, hecha de silicona suave y de unos 5 cm de largo. Se inserta en el orificio vaginal – donde recoge la sangre menstrual – y a las 6 u 8 horas se saca, se limpia y lista para usar otra vez.

Es más sana que las otras alternativas por su material – que no irrita, ni produce alergia – y no contiene los químicos de los tampones, ni absorbe los flujos naturales de la vagina. Su uso es parecido al de un tampón. La diferencia es que no absorbe, sino “recoge” la sangre.

De hecho, cuando la probé tuve un pequeño flashback y volví a mis 13 años, a la primera vez que me puse un tampón y no sabía por qué agujero introducirlo y hasta los vecinos querían opinar. Es más o menos la misma sensación y las recomendaciones son iguales: estar muy relajada e incluso, ayudarse de un espejito. Hay que retorcerle la apertura, introducirla y una vez dentro se abre – como una flor.

Qué hermosas metáforas nos deja la menstruación

Antes de seguir con las ventajas voy a quitar algunas imágenes mentales y preguntas muy recurrentes:

  1. La copa no se va a “desbordar” de sangre. Es menstruación, no un balazo. Las mujeres, como media, podemos soltar 100 ml, el equivalente a la mitad de una tacita de café – en una compresa, la sangre cae y se extiende, por lo que nos da la sensación de que sangramos más.

    Así que, no, no hay que cambiarla cada 5 minutos. Los días de mayor flujo lo máximo que llenarás es media copita.
     
  2. No se va mover, ni a verterse. Parece que nadie ha tenido nada nunca dentro de una vagina, ¿quién se va a caer de ahí? Al introducirla en el conducto vaginal se extiende y el material de silicona ayuda a hacer una especie de precinto con las paredes vaginales.
     
  3. No hay que brindar con ella. ¿Cómo se extrae sin derramar la sangre?  Pues se retira con cuidado y se vierte en el mismo inodoro donde estás sentada (si alguien se la quiere quitar en un autobús, ahí ya no puedo ayudar).
     
  4. ¿Y se lava y ya está? Sí. A no ser que se lave con saliva o barro, en cuanto se lava con agua potable suele quedar limpia. La mooncup igual: se lava y está limpia. Magia.
     
  5. ¿Y de verdad no lo sientes? “Ay, hijo, hace tanto que no siento nada en esa zona…” diría una señora octogenaria. No, no se siente nada. Es más cómodo que un tampón.

Lo más importante es que es ecológica – según la web Línea y Salud, las mujeres utilizamos alrededor de 12000 tampones o compresas a lo largo de nuestra vida. No es que con esto vaya a frenar el calentamiento global, pero aquí mi modesta contribución; es higiénica – las compresas y tampones pueden contener perfumes o sistemas “odorfresh” (sistema para eliminar los generadores de mal olor), además de los procesos blanqueadores y suavizantes para que la celulosa (sacada de la madera) tenga ese color tan blanquito y almohadillado; y es económica: pues solo tienes que comprar una (o dos, si te haces muy fan) y te olvidas de comprar compresas, tampones.

He hecho unas cálculos caseros: su precio es, aproximadamente, de 28 dólares, pero tengamos en cuenta que solo hay que comprar una en varios años. Digamos que nos gastamos 5 dólares al mes – como redondeo y utilizo moneda internacional – en compresas y tampones. Eso significa que nos gastamos 60 a lo largo de todo el año, o sea, 360 dólares en 6 años, que es más o menos lo que puede durar una mooncup.

 

Con lo que te ahorras te puedes comprar más de un par de zapatos, nada más femenino que eso…

Principalmente se pueden comprar online aunque yo, por ejemplo, acudí a un mercadillo biológico y allí estaba esperándome. Existen desde 1930, por cierto. De haberlo sabido, mi abuela no tendría que haber lavado toallas cada día y mi madre no se hubiera puesto gruesas compresas de algodón.

Lo cierto es que cada vez son más famosas. Yo me enteré por unas amigas que me lo vendieron como la última novedad de Apple y en la ojeada que he echado a la red, no he encontrado ninguna usuaria descontenta o furiosa en ningún foro. Lo dicho, pura feminidad propia de vestales.

 

¿Te atreverías a usarla? o ¿qué puntos ves en contra? Compártenos tu opinión aquí y como ya sabes te esperamos en el Foro de Hablemos si tienes alguna pregunta.

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Recent Comments (4)

  1. Y cómo debe usarse. He escuchado cosas buenas peror da miedo debido a que después de mi segundo hijo y una ligadura hay meses donde el flujo es muy abundante y por consiguiente incómoda…

    1. ¡Hola “Carol”! 😉

      Que gusto verte por aquí, te comentamos como se usa: primero dobla firmemente la copa menstrual por la mitad, sosteniéndola en una mano con el borde hacia arriba. Inserta la copa, con el borde hacia arriba, en tu vagina como lo harías con un tampón sin aplicador. Debería quedar a unos centímetros por debajo del cuello uterino. Una vez que la copa esté en la vagina, gírala. ¡Y listo! úsala y cuentanos como te va con eso vale.

      Si tienes alguna otra duda, no dudes en escribirnos en el foro de hablemos: https://foro.hablemosdesexo.com/forum

      ¡Saludos!

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