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La vulva como concepto

By Anna Karina Rosales on 7 marzo, 201417 febrero, 2022

¿Qué tienen en común un grupo de mujeres que cosen, tejen o pintan vaginas con otra agrupación que escribe manuales sobre salud sexual femenina?

Estas mujeres quieren reivindicar su femineidad. Quieren hacer ver que lo que las identifica, su cuerpo, es más que un objeto de reproducción y placer.

La Manta Yoni
“El Yoni es una palabra que viene del sánscrito que significa vagina y vulva y dentro de esta cultura el Yoni, como algo sagrado, simboliza el pasaje divino a la vida” comenta Elena Sofía Zambrano, facilitadora de talleres de ´sabiduría menstrual y fertilidad consciente´ para colectivos de mujeres del Jardín de la Luna.

Elena Sofía recuerda que generalmente se nos educa de tal forma que crecemos creyendo que nuestros órganos reproductivos, y en específico la vagina, son algo feo, oloroso, pecaminoso y todo lo negativo que se poda decir respecto a esa parte de nuestro cuerpo, de ahí que busca cambiarle la imagen a la no siempre bien tratada vagina.

“Invitamos a mujeres de todo el mundo a que confeccionen un retazo de cualquier técnica en la que hagan una representación de su Yoni. Puede ser a crochet, bordado o pintado en tela. Lo importante es decir lo que salga de tu corazón. En algún momento vamos a unir todos esos retazos para hacer una gran manta que simbolice lo increíble que es ser mujer”.

No sólo a través de la Manta Yoni busca Elena Sofía reivindicar a la mujer. Ella es una convencida que otros aspectos de la sexualidad femenina debieran verse con otros ojos, como la menstruación, la menarquía (la primera regla) o la menopausia.

“Creo que en realidad conociendo a profundidad lo que es ser mujer, siento que hay que darle espacio a ese poder de ser mujer. Sólo así podemos reflejar la sabiduría de nuestra  naturaleza”.

Manual de Ginecología natural
Esta es otra de esas iniciativas que ayudan al empoderamiento femenino y profundiza sobre todo en las alternativas para la salud sexual de las mujeres desde un punto de vista ancestral. “A diferencia de la ginecología alópata (médica convencional), la ginecología natural es una propuesta de autoconocimiento y autocuidado para el bienestar  de la mujer”, dice Pabla Pérez San Martin la autora del Manual Introductorio a la Ginecología Natural.

En su libro, que ya va por la tercera edición, Pabla invita a las mujeres a conocerse físicamente, a comprenderse internamente espiritualmente, emocionalmente, hormonalmente en todos los planos de su salud y, a partir del autoconocimiento, “reconocer nuestros cuerpos, nuestros ciclos, nuestros procesos biológicos por los cuales transitamos y que muchas veces no conocemos”.

Pabla ha apelado a un rescate de la memoria histórica de los indígenas de los Andes. “Tomamos modelos de la cultura mapuche, de poblaciones indígenas de Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. Por ejemplo en Bolivia, tomamos ejemplos de las mujeres en su sociedad. Ellas son las que dirigen el hogar, las que trabajan y las que enseñan y comparten información. Y hasta hacen sus propias toallas higiénicas, o recrean ritos como ´sembrar´ menstruación a la tierra para que haya más fertilidad y ese tipo de cosas”.

La investigadora reconoce que el cuerpo femenino, sus órganos reproductivos, sus formas y modos no gozan siempre de un trato digno y respetuoso en nuestra sociedades. “Hay toda una historia del patriarcado y del capitalismo que somete nuestros cuerpos a mucha represión, tabú y mucho morbo ligado a lo que es lo femenino”. En ese sentido es muy importante que sea la propia mujer la que tome la iniciativa y busque este reconocimiento y amor a su propio cuerpo. Como dice su manual: “empezar por amarse una misma es el inicio de todo para liberarse de los prejuicios y tabúes”.