Observador Sexual: Marchas de orgullo a la medida
Es evidente que no es lo mismo celebrar una marcha del orgullo Gay en Ámsterdam que en Kampala, comenta nuestro bloguero Antón Castellanos Usigli.
Para el mexicano Antón Castellanos Usigli, psicólogo, educador sexual y presidente de la Iniciativa Juvenil de la WAS, la Asociación Mundial para la Saluid Sexual, los activistas LGBTI pueden y deben buscar visibilidad es sus países, teniendo en cuenta sus propias realidades.
“La importancia de los Gay Pride a nivel mundial es la visibilidad que dan a la comunidad de lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (LGBTI). Naturalmente que las formas varían pues todo depende del contexto cultural de cada país. En México, por ejemplo,ya podemos ver marchas en varios estados, pero hay países mucho más conservadores donde todavía no se pueden hacer las marchas en las calles”.
Los menos tolerantes
Antón comenta que no en todas partes se pueden ´sacar del clóset´ a las marchas de Orgullo Gay. “Uno de estos países es China, por ejemplo, donde hoy en día las actividades pro derechos gay se organizan en lugares cerrados porque la ley no permite manifestaciones en las calles.
Ni qué decir de Rusia. Recordemos lo que pasó en las últimas olimpiadas donde se presentaron expresiones homofóbicas y prejuicios tan absurdos como que los homosexuales pervierten a los niños. Es evidente que la ignorancia contribuye a la violencia que existe frente a las manifestaciones de la diversidad hoy en día en ese país.
Otro país es Uganda. No hace mucho se aprobó una ley infame que criminaliza a lo que el gobierno llama ´promoción de la homosexualidad´. A pesar de que en ese país en los últimos años hubo ya dos marchas importantes, este año 2014, tras la aprobación de la ley, no será posible ver a la comunidad LGBT manifestarse públicamente”.
Casos intermedios
Antón se alegra que en su país, México, los últimos años ha habido avances legales y sociales en temas de derechos sexuales y en específico derechos LGBTI. “En México este año se organizan más de 60 Gay Prides en el país, el contexto es en definitiva mucho más abierto hacia la diversidad sexual que en años anteriores.
No obstante aún hay desafíos. En general en las Marchas de orgullo en Latinoamérica suelen interponerse contextos políticos y luchas de grupos de poder. Por ejemplo, en Venezuela las marchas del orgullo suelen ser altamente politizadas y dominadas por personas cercanas al gobierno y no le dan la bienvenida a otros activistas opositores o independientes que tienen los mismos objetivos”.
Antón se alegra que en general en Latinoamérica la tendencia, aunque no en todos los países, es de apertura. “Me alegra cómo ha crecido la visibilidad en Cuba, por ejemplo, donde el CENESEX está haciendo un trabajo muy arduo de impulso y apertura frente al tema”.
Gay Pride en Ámsterdam
Antón forma parte de una delegación internacional que asistirá a fines de julio de este año al Gay Pride de Ámsterdam. Junto con 8 activistas de Venezuela, Uganda, Marruecos, Egipto, China y Kenia, compartirá experiencias y se encontrará con activistas de otras partes del mundo.
“Lo de los botes en los canales es efectivamente lo más mediático que veremos pero tenemos muchas otras actividades. Gracias a RNW podremos asistir a una serie de actividades, encuentros y talleres con activistas holandeses, con quienes podremos discutir e intercambiar ideas sobre cómo enfrentar la homofobia e impulsar nuestros temas en nuestros propios países”.
La idea de los holandeses, como decía el activista Lucien Spee es “ayudar a nuestros hermanos y hermanas en los países donde la lucha por los derechos LGBTI está en plena marcha, sobre todo en los 76 países donde la homosexualidad aun es castigable”.
Activismo discreto
Lo que toca hacer en estos 76 países, dice Antón, es otro tipo de activismo. “En los países donde se criminaliza la homosexualidad o donde no se puede dar este tipo de actividades, el activismo debe ser más discreto. Cuesta mucho trabajo, pues no se puede ni susurrar la palabra gay. Son temas que están en un silencio extremo, sobre todo en países africanos y de medio oriente. Ahí no queda nada más que ser discreto, todo a puerta cerrada, con eventos privados. Lo importante es no dejar de unir a los pocos que integran las organizaciones”.
¿Y cómo son las marchas del orgullo en tu país? ¿hay participación general de la sociedad o encuentras que hay prejuicios? comenta aquí o en nuestra página de Facebook
Puedes también contactarte con Antón Castellanos Usigli en su blog Sexual Observer y en Twitter